El sueño de Ghandi se apaga
Al nacionalismo hinduista que encarna el primer ministro Narendra Modi no le cuadra que haya ciudadanos indios de pleno derecho que se proclamen cristianos
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El sueño de Ghandi se apaga
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Al nacionalismo hinduista que encarna el primer ministro Narendra Modi no le cuadra que haya ciudadanos indios de pleno derecho que se proclamen cristianos. Modi puede mostrar su cara más amable en el Vaticano, lo hizo recientemente, mientras la galaxia del hinduismo radical se moviliza para acosar a los cristianos, como sucedió el día de Navidad cuando la iglesia del Redentor, de Ambala, en el Estado de Haryana, sufrió actos vandálicos. Algo parecido sucedió la víspera en la iglesia de San José, en Chikkaballapur, en el Estado de Karnataka. Una escuela católica del centro del país también ha sido devastada por los extremistas. Pero lo más significativo es que las Misioneras de la Caridad, fundadas en la propia India por Santa Teresa de Calcuta, hayan sido acusadas de proselitismo. Todos conocemos el respeto de estas religiosas hacia la libertad religiosa de los pobres a los que atienden, siguiendo la estela de su fundadora, que jamás preguntaba por su fe a quienes recogía de las calles.
También estos días, el gobierno ha decidido impedir que numerosas ONG’s y otras instituciones, entre ellas las Misioneras de la Caridad, reciban ayuda internacional para llevar a cabo su tarea que, en el caso de las monjas del sari blanco y azul, alcanza cada día a 22.000 personas en todo el país. Por eso, numerosos líderes sociales han criticado la medida. El gobierno se justifica arguyendo problemas de control de las transacciones internacionales, que estarían sin resolver. Pero el problema de fondo es otro: que el nacionalismo de Modi no soporta que el cristianismo cuestione el sistema de castas profundamente arraigado en la India, y que muchos reconozcan en el Evangelio la liberación que ansían. No deberíamos perder de vista cuanto sucede en este país, que se aleja a pasos agigantados del sueño de Mahatma Ghandi.