En esperanza fuimos salvados
El periodista y profesor Mario Alcudia reflexiona sobre el nuevo libro del Papa 'La esperanza es una luz en la noche'
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Releía estos días la carta de san Pablo a los Romanos cuando habla de la esperanza en la que fuimos salvados; esa nueva lógica de la experiencia cristiana. O también ese otro pasaje en el que el Apóstol dice a la comunidad de Corinto: “Si Cristo no resucitó vana es nuestra fe”. Conviene meditar todo ello a la luz de los acontecimientos dolorosos que estamos viviendo estos días en España. Solo si creemos en la resurrección de Cristo, entonces sabemos con certeza que no hay derrota ni muerte para siempre.
La esperanza dice el Papa Francisco hace que uno entre en la oscuridad de un futuro incierto para caminar en la luz. Es una esperanza nueva y viva, que viene de Dios y pone en nuestros corazones la certeza de que Dios sabe convertir todo en bien, porque incluso de la tumba saca la vida.
Bueno, pues de esta Esperanza tan necesaria es sobre la que también acaba de escribir el Papa el libro “La esperanza es una luz en la noche”, una antología de meditaciones del Pontífice sobre esta virtud a las puertas del Año Santo; una ocasión propicia para reflexionar sobre esta virtud cristiana fundamental, sobre todo en tiempos complicados como los que estamos viviendo.
La esperanza, es un don y una tarea para todo cristiano; un don porque es Dios quien nos la ofrece que se ha hecho carne y sangre, historia y días, para compartir nuestra suerte.
Esperar es un don de Dios pero también una tarea nuestra, de los cristianos. Vivirla requiere una mística de los ojos abiertos, como decía teólogo Joseph-Baptist Metz; saber discernir, en todas partes, las pruebas de la esperanza, la irrupción de lo posible en lo imposible. Pidamos al Señor reconocer y ser fieles a la esperanza y nuestro corazón se iluminará de ella.