"Hoy Maduro, Delcy Rodríguez, Diosdado Cabello y el resto de criminales de la cúpula chavista respiran más aliviados"
El director de 'Mediodía COPE' analiza en su monólogo la llegada del líder opositor venezolano, Edmundo González, en busca de asilo político
- 3 MIN
Edmundo González Urrutia, ganador de las elecciones en Venezuela por una aplastante mayoría frente a Nicolás Maduro, ya está en Madrid. Lo trajo un avión de la Fuerza Aérea Española, que naturalmente aterrizó en Caracas y despegó con el beneplácito del régimen, que había cursado orden de detención contra Edmundo. Se quería librar de él y lo ha conseguido. De modo que el líder opositor ya está en España, disfrutando de la libertad que Maduro quería quitarle.
Yo creo que no hay nada que celebrar aquí ni allí. O muy poco. Esta no es una buena noticia para la libertad del pueblo venezolano. Aunque supone un alivio personal para un hombre de 75 años cuya vida corría peligro en Caracas por la brutal represión desatada por el tirano, su exilio solo puede interpretarse como un fracaso político de la oposición democrática y como una victoria del chavismo.
Maduro gana tiempo, y se quita de en medio al ganador de las elecciones como antes se quitó de en medio a Leopoldo López, a Juan Guaidó y a Antonio Ledezma. El presidente electo legítimo se convierte así en la más reciente e ilustre incorporación al exilio venezolano, el más numeroso en tiempos de paz de la historia reciente: ya supera los 8 millones de personas.
El Gobierno de España ha corrido a celebrar la llegada de Edmundo a Madrid. La reivindica como un gran éxito diplomático y la usa para atacar al PP. Solo Josep Borrell ha dicho la verdad: que ayer fue un día muy triste. Y lo es si piensas en cada uno de esos millones de venezolanos que depositó su voto y su esperanza en Edmundo González y que se ha levantado con la noticia de que su esperanza ha sido expulsada de Venezuela.
Es verdad que allí se ha quedado María Corina Machado, la heroica y admirable María Corina Machado, que seguirá luchando y que ha prometido que Edmundo volverá en enero a tomar posesión del poder que le corresponde. Ojalá sea así. Pero hoy Maduro y Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello y el resto de criminales de la cúpula chavista respiran más aliviados que la semana pasada.
Y eso solo lo puede celebrar alguien como Zapatero, que trata de apuntarse un tanto como mediador, cuando sigue otorgando con su silencio un aval vergonzoso al fraude electoral masivo de su amigo Maduro el pasado 28 de julio. Su mediación solo tendría algún sentido moral si lograse que los usurpadores se fueran de Venezuela, pero los que se están yendo son los demócratas.
La comunidad internacional debe despertar de una vez y redoblar sus presiones para sacar a Maduro y su camarilla criminal antes de enero. A nadie se le puede exigir el martirio, y nos alegramos de que Edmundo esté sano y salvo en Madrid. Pero España tiene la responsabilidad de ayudar a los venezolanos en este trance histórico. No puede abandonarlos. Ahora esperamos que el PSOE vote a favor del reconocimiento de Edmundo González como presidente electo en el Congreso el día que se plantee. Porque no se trata solo de preservar la integridad física de un hombre, sino de preservar las esperanzas de libertad de todo un pueblo.