

"Igual que un chicano no puede vivir en Alabama bajo el trumpismo, un andaluz no podrá en Barcelona si no le sella el certificado identitario de catalán la Generalitat"
Escucha el monólogo de Jorge Bustos del miércoles 5 de marzo
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Miércoles de Ceniza. Cuando éramos críos en el colegio nos hacía el cura la señal de la cruz con ceniza tal día como hoy, y nos pasábamos el resto del día caminando con mucho cuidado para intentar que nos durase la marca el máximo tiempo posible. Ganaba el que llegaba a las cinco con el pellizco de ceniza todavía visible en la frente. Los que tenían flequillo o pelo casco perdían siempre, claro.
Puigdemont perdería seguro, por ejemplo. Cómo hace la ceniza para sujetarse en esa cortinilla capilar, es imposible. El peinado de Puigdemont se quedó anclado en el tiempo lejano de su infancia, exactamente igual que sus ideas. No ha habido evolución estética ni ideológica: de pequeñito le dijeron que Cataluña era una nación que no debía contaminarse con el mestizaje; una nación en la que los de Zaragoza eran tan extranjeros como los de Marruecos, y se lo creyó. Y con esas ideas xenófobas llegó a presidente de la Generalitat, luego a golpista en fuga y ahora es el casero del presidente del Gobierno de España. El que le marca el precio siempre creciente de su estancia alquilada en el palacio de La Moncloa. Y como Pedro está dispuesto a pagar lo que sea con tal de seguir viviendo allí, porque lo paga con nuestro dinero y con los efectivos de nuestro Estado, pues su casero va subiendo la mensualidad y el otro va aceptando. Lo último que ha aceptado es que Cataluña disponga de un modelo migratorio propio para poder deportar a los extranjeros que no sepan catalán. Entendiendo por extranjeros, repito, los de Jaén o los de Senegal, lo mismo da. El mismo Pedro que va por el mundo criticando la internacional reaccionaria y la ultraderecha racista, aquí en casa le da el control de las fronteras a los que repiten ese mismo discurso, solo que con acento catalán en vez de americano, alemán o italiano.
La ceniza de la liturgia de hoy tiene un sentido filosófico muy útil: recordarnos que somos mortales"
Copresentador de 'Mediodía COPE'
¿Ha dicho algo Marlaska de esta claudicación que él juró que no se produciría porque es ilegal? Nada: se ha limitado a ponerse malo. ¿Ha dicho algo Page, siempre batallador contra las cesiones de su partido a los separatistas? Tampoco. ¿Y Sumar, ese partido que decía que no hay nadie ilegal? Pues Sumar ha dicho que como la Generalitat ahora la gobierna la izquierda, pues que no hay peligro. Lo que se dice un argumento previsor, fundado en los principios. Solamente Podemos ha reconocido que el apaño desprende tal tufo racista que igual no vota a favor, aunque Podemos ya ha demostrado varias veces que sus noes a Pedro duran lo que dos peces de hielo en un whisky on the rocks.
Me he acordado de Puigdemont repasando el discurso de otro flequillo célebre. El flequillo naranja de Donald Trump, que ha hablado ante el Congreso de Estados Unidos. En esa intervención el provecto Donald ha desplegado su delirio nacionalista como si la inflación bajara a fuerza de eslóganes de abusón de patio. Ha presumido de haber deportado a más gente que nadie en tan poco tiempo. Por cierto, el títere de Putin en la Casa Blanca ha prohibido el español con el mismo celo con el que el PSOE y Junts anuncian su pacto por la segregación etnolingüística en Cataluña a partir de ahora. Igual que un chicano no puede quedarse a vivir en Alabama bajo el trumpismo, tampoco podrá un andaluz en Barcelona si antes no le sella el certificado identitario de catalán converso y parlante la mismísima Generalitat. Por no hablar ya de un menor africano.
Mira, la ceniza de la liturgia de hoy tiene un sentido filosófico muy útil: recordarnos que somos mortales. Todos lo somos: los que tienen poder y los que no. Ni Trump, por mucho que presuma de haber superado a Lincoln o a Washington, es eterno; ni Pedro Sánchez durará, por mucho que se baje los pantalones delante de un prófugo xenófobo una y otra vez. Polvo eres, y en polvo te convertirás. Y les tocará a los siguientes barrer vuestra ceniza".