"Marlaska se presentó en Vitoria a presumir de apoyo a las víctimas, el ministro del Interior que soltará a 44 etarras"

El jefe de gabinete de Pedro Sánchez ha hecho una tesis doctoral sobre la ética de la mentira. No me negarás que el tipo era idóneo para el puesto. A ver, que el político miente por razones de Estado es algo que ya teorizó Maquiavelo en el siglo XVI. 

Pero la aportación del sanchismo a la doctrina del maquiavelismo es bastante más cutre. Porque no se basa en la cultura ni en el patriotismo, sino en la desfachatez personal. En el apetito desordenado de retener el poder de un solo hombre aterrado, por lo que les espera a él y a su esposa si son desalojados de la Moncloa.

Esta es la triste imagen que proyectan ahora mismo Pedro Sánchez y su equipo: la de un búnker que no gobierna, que se conjura para resistir, cueste lo que cueste, difundiendo las trolas que sean necesarias.

lA IMAGEN QUE PROYECTA EL gOBIERNO DE sÁNCHEZ

El manual consiste en mentir siempre y en negarlo todo cuando te pillan. La alumna aventajada de esta estrategia de la desfachatez es Pilar Alegría. Y es lógico que la portavoz del Gobierno sanchista ejerza de mentirosa mayor del sanchismo. 

Ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros afirmó que la Audiencia Provincial de Madrid había dado la razón a Begoña y que la causa de Peinado está más cerca de ser archivada. Pero cualquier puede leer el auto, es público, y dice lo contrario: es un texto durísimo que anticipa un calvario judicial para la mujer del presidente por indicios ciertos de delito de tráfico de influencias y corrupción, y pronto de apropiación indebida.

Pero es que además Pilar Alegría, o Bulería, como dice Herrera, afirmó que la ley Txapote es idéntica a una de Rajoy. Ya sabes, la ley Txapote es esta que va a permitir que el asesino de Miguel Ángel Blanco vuelva a casa por Navidad, seis años antes de lo previsto. 

Pero la realidad es exactamente la contraria a la que inventa Pilar Bulería: Rajoy introdujo en 2014 la cláusula que impedía excarcelar a etarras antes de tiempo por haber cumplido pena en Francia. Esa cláusula de seguridad es la que se han cargado con premeditación y ocultamiento el PSOE, Sumar y Bildu. 

Y ahora que se ha descubierto el pastel, y más allá de la negligencia del PP que no se dio cuenta, solo el Gobierno tiene el poder de retirar su ley Txapote. Pero la portavoz del Gobierno, y ministra de Educación (Dios santo) dice que es ella la que está con las víctimas. 

Que el que las utiliza es el PP por pedir que Txapote siga en el trullo. Y dice también que el Consejo de Estado avaló su ley Txapote, cuando ese informe es de 2013 y la disposición sueltaetarras es de julio de este año.

Las palabras de Marlaska

Pero lo de Marlaska es aún peor. Ayer se presentó en Vitoria a presumir de apoyo a las víctimas. ¡Él! El mismo tipo con el que Otegi estará siempre en deuda por los acercamientos masivos y los beneficios penitenciarios para terroristas. 

El mismo que viene de pactar con Bildu la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana a costa del trabajo de los agentes. El ministro del Interior del Gobierno que soltará a 44 etarras antes de tiempo. Menos mal que Maite Araluce, la presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, le dijo ayer a la cara lo que todos pensamos:

“Deja ya de mentirnos, no tenéis vergüenza”. Y le negó el saludo.

Pero Marlaska no es más que un cínico, alguien que se vende por el poder. Mi única duda sobre las mentiras de Pilar Alegría es si lo hace por cinismo o por simpleza. Me pregunto si será consciente de que está mintiendo o se limita a enunciar la chatarra argumental que le han preparado. Como un busto parlante que pone gesto de porcelana fina para soltar patrañas que se rompen en mil pedazos en cuanto chocan con la realidad.