"Entonces, ¿cómo se pagan los tanques, los aviones y el resto de cositas propias de un ejército decente?"

Hace dos horas ha comenzado una reunión clave del Consejo Europeo para tratar el rearme de Europa y su financiación. Están todos los que mandan, y está Zelenski. Y hasta allí ha viajado Pedro Sánchez, suponemos que como oyente, porque propuesta de financiación militar digna de ese nombre no se le conoce ninguna. Se conoce la opinión de sus propios socios de coalición, que están en contra de pagar el rearme, y se conoce la opinión de sus propios socios de investidura, que le llaman “señor de la guerra” y “lamebotas del fascista Trump”. Pero del plan de Pedro para cumplir ya la promesa de elevar al 2% de nuestro PIB el gasto en defensa, de eso no sabemos nada.

Sí sabemos que no habrá presupuestos generales del Estado, porque Pedro ha perdido la mayoría. Y sabemos que tampoco quiere someter el aumento del gasto militar a votación en el Congreso, como hacen las democracias normales, porque solo podría superar esa votación gracias al PP, y eso tumbaría el muro que protege su búnker. ¿Y entonces cómo se pagan los tanques, los aviones y el resto de cositas propias de un ejército decente? Pues las fuentes anónimas del Gobierno están convencidas de que bastará con hacer ingeniería contable para esquivar al Congreso. O sea, mover cubiletes opacos en el Consejo de Ministros.

Así que Pedro ha ido a Bruselas a suplicar que le admitan pulpo como animal de compañía. O sea, que le dejen computar como gasto en defensa las partidas de ciberseguridad, de inteligencia artificial, de cooperación y desarrollo o de lucha antiterrorista. O sea, hacer pasar el gasto civil como gasto militar. Igual el piso de Jésica también pide que se lo computen como defensa: como una defensa del amor.

Igual el piso de Jésica también pide que se lo computen como defensa: como una defensa del amor"

Jorge Bustos

Copresentador  de 'Mediodía COPE'

No sabemos si va a colar, la verdad. Oyendo el tono de los discursos de Ursula von der Leyen, yo me inclinaría a pensar que no va a colar. De hecho hoy también están reunidos en Londres los jefes militares de los países europeos que apoyan, que apoyamos a ucrania. Y ahí se va a hablar del posible despliegue de tropas europeas para vigilar la frontera este. Se le va a llamar “coalición de voluntarios”, pero ya te adelanto que en estas cosas no existe realmente la voluntariedad: siempre hay contrapartidas. Los que se comprometen acaban pasándole la factura a los que optan por enterrar la cabeza en el suelo.

Y ahí está la España de Sánchez, como un avestruz gigante. Un avestruz mutante, de hecho, porque tiene dos cabezas: la del PSOE se declara europeísta y comprometida con el gasto militar; la de Sumar se declara pacifista o directamente putinista. La Unión Europea teme que Putin, una vez termine de someter a Ucrania con la complicidad de Trump, ampliará su ofensiva expansionista, porque añora las fronteras del Telón de Acero. Y terminará atacando a un país de la OTAN solo para probar si hemos aprendido a defendernos solos. Más nos vale estar preparados para ese momento. Para la guerra o para la disuasión. Y está claro que no se puede ir a la guerra montado en un avestruz".