No hay más protagonistas a esta hora que los 8 mineros asturianos que tratan de llegar a Julen. Están hechos de otra pasta para dejar a un lado la presión y centrarse en un trabajo minucioso. Son efectivos de élite. En Totalán se ha pasado de las máquinas a las manos. No sin dificultades. Lo puedes imaginar. Los mineros se están encontrando con el mismo material duro con que el tuvieron que pelear las tuneladoras. Ellos le hacen frene con pequeñas explosiones, micro voladuras, que lógicamente ralentizan el trabajo. Bajan de dos en dos por ese túnel vertical en paralelo donde cayó Julen. Lo hacen en una especie de ascensor construido especialmente para esta operación sin precedentes. Van de dos en dos y pican en turnos de 40 minutos. El trabajo no sólo es minucioso, también es duro. Mientras uno pica con el martillo neumático otro va recogiendo el material desprendido.
¿En qué punto están? Pues por la mitad de los cuatro metros de túnel horizontal que debe conectar el túnel de Julen con la perforación vertical. Puede ser cuestión de horas pero han pasado 12 días porque es la montaña la que marca el ritmo.
Y de momento compás de espera en Venezuela con dos presidentes y dos parlamentos, el legítimo, el que salió de unas elecciones con garantías, la Asamblea Nacional respalda a su presidente, Guaidó, quien ha jurado como jefe de estado, acorde a la constitución, ante el vacío de poder tras las elecciones fraudulentas que ganó Maduro. El ejército tiene la llave mientras el presidente del gobierno, Sánchez pierde la oportunidad de liderar la UE en el claro respaldo a Guaidó como la oportunidad más real de llevar la democracia y el fin de la crisis humanitaria a Venezuela.