Pilar García Muñiz: "El impuesto puede quedar en agua de borrajas si el banco lo repercute en los clientes"

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El Gobierno se reúne a estas horas con las entidades financieras para ultimar el nuevo impuesto a la banca, un encuentro al que asiste la ministra de Economía y el Gobernador del Banco de España.

La historia comenzó con el anuncio del presidente Pedro Sánchez en el Debate sobre el estado de la Nación. Había que contentar a los socios de Gobierno para amarrar lo que queda de legislatura. Entonces se dijo que se trataría de un impuesto a los llamados “beneficios caídos del cielo” de aquellos bancos con una facturación superior a los 1.000 millones de euros, es decir, prácticamente la mayoría de nuestros grandes bancos. Con él, desde el Gobierno esperan recaudar unos 3.000 millones de euros en dos años.

El problema viene ahora, cuando hay que concretar. Cuando hay que pasar del papel al cajero y primero hay que buscar el objeto de ese impuesto. Los beneficios extraordinarios parecen poco probables ya que las entidades financieras en un contexto de tipos de interés negativos no han obtenido grandes beneficios. Se habla ahora de que se puede aplicar sobre intereses y comisiones, también gravar los salarios que pagan las entidades financieras.

Y cómo cuando pides la dolorosa en el bar...¿Quién paga todo esto?

El Gobierno es consciente de que va a resultar muy complicado que la banca acabe pagando la cuenta, incluso si se aprueban leyes para prohibirlo como han apuntado desde Hacienda. ”Siempre hay resquicios legales” ha llegado a decir la presidenta de Bankinter María Dolores Dancausa.

Total. Que si tienes deudas porque el precio del dinero sube , vas a tener que pagar más intereses al banco. Si tienes una hipoteca variable porque el Euribor ya ha subido, eso supone pagar más cada mes por ella. Y si resulta que tienes ahorros y el depósito te lo iban a remunerar más pues no lo hacen todo lo que deberían porque hay que buscar pagadores para el impuesto.

Porque eso que en la Tribuna del Congreso sirve para arrancar aplausos puede quedar en agua de borrajas si el banco termina por repercutir el impuesto en ti, que como cliente tienes un plazo fijo, una cuenta corriente, una tarjeta de crédito o vas a pedir un préstamo.

Cuando se habla de impuestos ya se sabe... Hacienda, somos todos.