Pilar García Muñiz: “A los socios del gobierno les interesa exprimir la polémica porque van a sacar tajada"
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Bienvenido a Mediodía COPE. Seguimos a vueltas con el espionaje de Pegasus que tantos quebraderos de cabeza está dando al gobierno y que escribe su último capítulo con una maniobra bastante cuestionable. Este domingo el ministro de Presidencia Felix Bolaño viajaba a Barcelona para calmar las aguas del independentismo, tras conocerse que 63 dirigentes catalanes vinculados al Procés podrían haber sido espiados entre los años 2017 y 2020 en el caso Pegasus. Y tras reunirse con la consejera de la Presidencia catalana y para evitar la ruptura con sus socios, prometía consituir la Comsión de Secretos Oficiales, para que ahí la directora del CNI y la ministra de Defensa dieran todas las explicaciones necesarios por este supuesto caso de espionaje. El problema es que esa Comisión tendría que estar funcionando desde diciembre de 2019 que es cuando empezó la legislatura, pero sin embargo no está activa.
Es una Comisión en la que están presentes un grupo de diputados que son elegidos a través del apoyo de tres quintos del Parlamento. Es lo mismo que ocurre con la elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial que requieren de una mayoría de tres quintos. Esto quiere decir que si no se ponen de acuerdo el PP y el PSOE pues no sale la suma y no se puede renovar el órgano de gobierno de los jueces, que lleva por este motivo tres años bloqueado o no se puede Constituir la Comisión de Secretos Oficiales.
Y no hay acuerdo porque el PSOE quería que todos los partidos estuviesen en esa Comisión, pero el PP decía que Bildu, ni de broma. Es una Comision importante y muy sensible, porque es donde los responsables del CNI, así como los ministerios de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores deben rendir cuentas sobre la información clasificada y el uso de los fondos reservados que se destinan a la defensa y seguridad del Estado.
¿Qué ha pasado ahora? Pues que el gobierno ha maniobrado para eliminar directamente la capacidad de veto del PP y para poner en marcha de nuevo esa Comisión como anunciaba el domingo Felix Bolaños.
Y para ello ha utilizado una vez más a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxel Batet que ayer sorprendía con una reforma express en el sistema de elección de los miembros de este órgano, por la cual ahora solo se necesita mayoría absoluta en lugar de tres quintos. Es decir se rebaja de 210 a 176 los apoyos necesarios Así, la comisión contará ahora con la presencia de Bildu y ERC, los principales perjudicados del supuesto espionaje .
Con esta artimaña, clara injerencia por cierto en el poder legislativo. el Gobierno trata de reconducir las relaciones con sus socios tras el caso Pegasus y después de que tanto ERC como Bildu amenezaran además con votar en contra de las medidas antiguerra que mañana jueves se van a votar en el Congreso. Pero éstos van más allá. Piden explicaciones y dimisiones, y ponen en el punto de mira a la ministra Margarita Robles, que hoy ha vuelto a defender la legalidad de las actuaciones del gobierno y ha situado a los independentistas frente a su propio espejo.
Es lo que decía Margarita Robles en la sesión de Control en la que el tema del espionaje lo ha acaparado todo. Y lo va a seguir acaparando porque a los socios del gobierno les interesa exprimir al máximo la polémica, porque saben que de ésta, también van a sacar tajada.