El adiós a la mascarilla y la consecuencia para las empresas de geles hidroalcohólicos

A partir de mañana se acabaron las mascarillas en el transporte público: ni en taxis, metro, trenes o autobuses; al igual que en ópticas, centros de audiometría y ortopedia.

Sí que hay que seguir llevándola en hospitales, centros de salud, farmacias, residencias y centros asistenciales. Eso es lo que seguro sabemos. Pero a la espera de lo que cuente mañana la letra pequeña del BOE, lo cierto es que no se ha hablado de excepción como en las ópticas u ortopedias, o de todos aquellos lugares considerados como clínicas o centros asistenciales.

Por ejemplo, qué hay que hacer si vamos al dentista, al fisioterapeuta, a una mutua o al psicólogo. En este caso, tanto profesional como paciente han de seguir llevado mascarilla porque un centro médico o gabinete se considera centro sanitario.

Eso sí, a pesar de todo siguen las excepciones para todas aquellas personas que tengan problemas respiratorios o presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su uso.

El nuevo texto legal también mantendrá el derecho que tienen las empresas a exigirles a sus empleados el uso de la mascarilla. Es decir, que si tu empresa las sigue manteniendo como obligatorias, también a partir de mañana, la tendrás que seguir llevando durante la jornada laboral. Siempre, de nuevo, que no haya justificación médica.

Las mascarillas son uno de los últimos resquicios del covid que nos recuerdan a todo lo que han sido casi tres años de pandemia. El otro, son los geles hidroalcohólicos.

Maria Asunción Liceras es portavoz de una empresa que se dedica a fabricar este tipo de geles: Limoncol. Existían mucho antes que la pandemia, pero su negocio estaba centrado en todo tipo de toallitas. Como muchas otras empresas de nuestro país reconvirtieron su negocio para adaptarlo al momento de pandemia donde se necesitaban estos geles desinfectantes. Ahora, con la retirada de las mascarillas en el transporte esperan que pueda bajar la demanda al tratarse de uno de sus principales clientes.

Como explica María Asunción “hemos destinado muchos de nuestros productos al sector del transporte que eran los más demandantes de estos geles y sí que nos puede afectar. Pero hemos visto que en otros sectores continúa habiendo demanda”.

Ahora, de nuevo esta empresa vuelve a sus orígenes: las toallitas para el mundo de la cosmética aunque sin olvidar lo que fue su principal actividad durante todo este tiempo: los geles desinfectantes que por cierto nos dicen siguen demandándose cuando los virus respiratorios, no ya el covid, acechan en esta época.