Así podrás hacer frente al reto de la báscula: recuperar la normalidad en la mesa tras las fiestas
El experto en nutrición, Edwin Fernández Cruz, da claves a Pilar García Muñiz para volver a nuestro peso ideal y evitar que el azúcar nos salga por las orejas
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Casi no hemos hecho la digestión de la cena de Nochebuena y de la comida de Navidad, tenemos encima las de Nochevieja y Año Nuevo, y aún nos faltará el roscón de Reyes al que muchos acompañamos de un rico y caliente chocolate después de quedarnos con los pies congelados esperando la cabalgata.
Pero vamos a un hecho que hemos cometido casi todos, casi todos, porque siempre hay quien respeta escrupulosamente las calorías necesarias, luego va al gimnasio para mantener el tipo y quemar el azúcar y las grasas restantes.
Pero y tú, ¿has cometido excesos con la comida? Quien escribe podría contestar que "todos". Es imposible sentarte en una mesa llena de comida y no caer en la tentación del queso -el más curado y con aceite-, el paté, los pequeños hojaldritos rellenos de aceitunas y boquerones, los ahumados... Y todo esto solo eran los entrantes.
Pues así dos cenas y tres comidas, eso dejando de lado los encuentros con amigos a merendar, visitas a familiares que te dejan delante la bandeja de turrones o las abuelas para las que todo es poco y te ven siempre en los huesos.
Pero la realidad es otra. Cuando nos subamos a la báscula el 7 de enero, los kilos no van a ser los mismos con los que partíamos cuando se dio el pistoletazo de salida de estas fiestas.
Según las estadísticas, lo normal es engordar una media de 2 o 3 kilos, que, con entre los propósitos que nos haremos en Reyes, tendremos que perder.
Respetar, en lo posible, las comidas habituales
La pregunta es ¿cómo? ¿Nos ponemos a verduritas y caldos? En Mediodía COPE, el director del Máster en Nutrición de Precisión de la Universidad Internacional de La Rioja, Edwin Fernández Cruz, le ha dado a Pilar García Muñiz las pautas que nos convendría seguir en mayor o menos medida, todo depende de los kilos que tengas de más.
No todos vamos a engordar los mismos kilos ni vamos a engordar igual porque como dice Edwin Fernández "depende del inicio y final en el que tengamos esa época navideña porque no es lo mismo comenzar cerca de la Nochebuena o Nochevieja a comenzar a consumir todos estos productos cuando se ponen a la venta prácticamente en octubre, y luego limitar tener esos productos en casa y luego, dentro de lo que cabe, seguir una alimentación habitual en el tiempo que no estemos con esas celebraciones de Navidad", subraya.
Volver a la "normalidad" en la mesa
Cuando pasen estas fiestas, ¿por qué alimentos tenemos que apostar para depurarnos y estar mejor?
"Tirar por aquellos alimentos que nutricionalmente nos aporten saciedad. Tendríamos que incorporar frutas y verduras, que además de tener fibra que nos va a venir muy bien para recuperar toda la sobrecarga que ha tenido el sistema digestivo, también nos van a aportar vitaminas y minerales que son indispensables para volver la normalidad", aconseja.
A la vez "hay que disminuir aquellos productos que tengan muchas grasas saturadas o que tengan algún tipo de cocinado que disminuya la calidad nutricional del alimento y, por supuesto, bajar aquellos que tengan una elevada concentración de azúcares, sal y en alcohol, que casi siempre se nos olvida, pero es indispensable que disminuyamos su consumo", subraya el director del Máster en Nutrición de Precisión de la Universidad Internacional de La Rioja.
¿Qué hacer con el azúcar? ¿Eliminarlo drásticamente de la dieta?
Sin duda, en Navidad comemos más dulces que durante el resto del año. Sabemos que consumir azúcar en exceso no es una buena decisión para nuestra salud, pero ¿lo debemos desterrar de nuestra vida a partir del 7 de enero?
"Más que desterrar, mejor matizar los alimentos en los que pueda aparecer. Tenemos que hablar del azúcar desde tres puntos de vista: el azúcar que tiene el propio alimento y que no tiene que afectarnos negativamente como el que nos encontramos en la fruta; luego tendríamos el que se encuentra en el alimento, pero que se libera por diversos procedimientos, aquí estaría el azúcar de los zumos o en otros productos en los que aparece en el etiquetado: azúcares naturalemente presentes en el alimento; y luego están los que tienen azúcar añadido. Estos son los que hay que eliminar a partir de enero porque son los que dan los picos de glucosa, los que hacen que nuestro páncreas tenga que trabajar bastante más para volver a la normalidad y también nos ayuda a que nuestra glucosa se mantenga más estable", explica.
En cuanto a las harinas, que se emplean en la mayoría de los productos navideños, deberíamos revertir el proceso, es decir, "empezar a consunmir productos con cereales integrales, que no dependan de esas harinas refinadas que son las que tambien contribuyen negativamente a que nuestro cuerpo no pueda asimilar correctamente lo que comemos".
Recomendaciones: Quinoa, avena o centeno
Podríamos pasarnos "al pan integral, a la pasta integral, la quinoa que es un alimento muy completo, el centeno, la avena que no son trigo refinado y que podemos introducir en nuestra alimentación para que no sea muy monótona", aconseja el experto en nutrición.
Y a la hora de ir al supermercado, además de mirar el precio -importante por lo caro que están todos los productos por la alta inflación-, es muy importante fijarnos en la composición del producto y la industria debería facilitar la lectura de ese etiquetado porque "hay veces que no sabemos que pone y nos preguntamos ¿me están vendiendo un producto que necesito o no?", se pregunta el director del Máster en Nutrición de Precisión de la Universidad Internacional de La Rioja.