En 'Mediodía COPE'

"Cada refugiado sirio tiene una historia"

Abdul en los estudios de Mediodía COPE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La de Abdsalam Haj Taher, Abdul, pone los pelos de punta. Con tan solo 17 años ya sabe lo que es el terror, el del Estado Islámico que le encarceló y torturó.

Por suerte consiguió escapar y acaba de conseguir el estatuto de refugiado en España. Abdul volvía de un exámen de Secundaria con otros compañeros cuando fueron capturados por miembros del Dáesh en Alepo. Le torturaron, mataron a su mejor amigo y le amenazaban cada día con matarle si no respondía bien a las preguntas sobre el Corán. Abdul consiguió escapar. Desde Alepo llegó a la frontera de Turquía donde pudo tomar un barco rumbo a Grecia en el que iban cuarenta personas pese a tener capacidad para quince. De Grecia pasó a Macedonia, Serbia, Hungría y Alemania hasta llegar a España, donde uno de sus seis hermanos vive desde hace diez años. Tras un año en nuestro país ha conseguido el estatuto de protección subsidiaria. Su mayor sueño ahora es poder reunirse con sus padres, que estos puedan venir también a España, "yo la cuento a mi madre todo lo que me pasa día a día, mis padres cuando estaba en Siria, cuando entro en casa me preguntan dónde estabas, qué has hecho y  ahora en España echo de menos esas preguntas" dice Abdsalam, Abdul, en 'Mediodía COPE'. Este adolescente, al que la vida ha hecho mayor antes de tiempo, ha salido antes de clase para venir a la radio. Viene en chándal porque ha tenido Educación Física, "pero si vamos a comer algún día no voy a ir así", dice coqueto y echando mano de su capacidad de actor,  "en Siria hacía teatro y ahora lo hago y quiero ser actor, me gusta hacer de hombre duro, fuerte, de policía" . Su actor  favorito es un turco, "aquí no se le conoce". Entre sueño y sueño pasa los días esperando "reencontrar a mis padres, yo tengo suerte porque sé donde están y hablo con ellos muchos días" por ello se considera afortunado, "conozco a otros que no saben nada de sus padres, de sus hermanos. Yo doy gracias a Dios". Y guarda sus experiencias, "pero trato de olvidar lo malo" y  recuerda lo bueno, lo que espera volver a vivir pronto, "el olor al llegar a casa de la comida de mi madre, carne con tomate y puré de cebolla, no es nada, pero cuando la hace tu madre...".