Cinco años del confinamiento, cinco historias de pandemia: Lucía venía al mundo y a Álvaro se le truncó el viaje de su vida

Recuerdos que hemos revivido en 'Mediodía COPE'. Sin olvidar el 'Resistiré' del Dúo Dinámico que se convirtió en todo un himno de supervivencia

Los sanitarios con los epi, era una de las imágenes de aquellos días de marzo
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Cinco años del confinamiento, cinco historias de pandemia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

 Se cumplen cinco años de aquel 14  de marzo de 2020 cuando se abrió un tremendo paréntesis en la historia de España y en la historia del mundo.

"Amanece que no es poco y amanece en estado de alarma. Más de 46 millones de españoles nos enfrentamos al mayor reto sanitario desde hace décadas y la solución es el confinamiento de la población. No queda otra, no hay alternativa". Así lo contaba Ángel Correas en la antena de COPE. Porque hace cinco años había entrado en vigor del estado de alarma. 

Parece que fue hace muchísimo tiempo y en realidad no han pasado nada más que cinco años. Todos recordamos perfectamente cómo vivimos aquellas horas, la sensación de despertarte sin saber muy bien qué es lo que teníamos que hacer en adelante con nuestra vida, cuáles eran las costumbres que estaban permitidas y cuáles no y qué estaba pasando exactamente fuera de nuestras casas. 

Cinco años que hemos repasado en Mediodía COPE en cinco historias muy diferentes de personas que vivieron aquellas horas, diríamos,  de una manera muy especial Y con mucha incertidumbre.

Operarios de limpieza desinfectan las calles durante el tercer día laborable desde que se decretó el estado de alarma a consecuencia del coronavirus, en Madrid

Europa Press

Operarios de limpieza desinfectan las calles durante el tercer día laborable desde que se decretó el estado de alarma a consecuencia del coronavirus, en Madrid

lUCÍA CUMPLE ESTE FIN DE SEMANA CINCO AÑITOS

La primera de esas historias nos lleva al Hospital 12 de octubre de Madrid, uno de los más grandes de España. Aquel fin de semana de estado de alarma, el doctor José Luis Montesinos estaba en el servicio de urgencias. 

"Veíamos compañeros que enfermaban, no solo éramos sanitarios, en este caso médicos, también éramos hijos, padres y también temíamos por nuestros seres queridos e incluso poder trasladar ese contagio a nuestros domicilios", nos cuenta recordando esos dos sentimientos: la impotencia y el miedo.

Entre los mismos profesionales se trabajaba en un ambiente sepulcral. Había muchísimo respeto porque había mucha incertidumbre y mucho miedo en aquellas horas", relata. Imagínate esa sala de urgencias de uno de los mayores hospitales de España en plena crisis sanitaria. Uno de los recuerdos que más huella han dejado al doctor Montesinos es aquel silencio.

 "El silencio. El silencio fue sobrecogedor. Hasta entonces era impensable que pudiese coexistir en una sala de espera tanta afluencia y tanto silencio. Las dosis de los pacientes eran tímidas y hasta el sonido de los teléfonos móviles enmudeció".

Y, en aquella situación de tremenda incertidumbre, de miedo generalizado, también se fue abriendo paso la vida. "Estaba previsto que el nacimiento de mi hija fuera para el 23 de marzo y debido al nerviosismo que había y toda la situación, al final se adelantó y nació el 16 de marzo. Bueno, la niña se llama Lucía. Este fin de semana cumple cinco años".

 Lucía vino a nacer en lo que parecía una distopía. Sin gente en las calles y con una situación totalmente anómala, también en el hospital donde llegó al mundo, un mundo de silencios, como nos recuerda su padre, José Luis.

"La situación era como de película que no podía..., no había pacientes ni nada. Estábamos nosotros encerrados en la habitación sin poder salir, sin recibir visitas, lógicamente, y solamente entrando a la habitación enfermeros y médicos para los controles rutinarios, tanto para la mamá como para el niño". 

Esa soledad sería inolvidable. Estamos acostumbrados naturalmente a que cuando nace un bebé todas las familias, especialmente los abuelos, están deseando pasar cuanto antes por el hospital para saludar al nuevo miembro de la familia, pero eso no ocurrió en el caso de la pequeña Lucía. Tanto abuelos como familiares no pudieron conocer a la niña hasta pasados los tres meses que tuvimos de encierro y que, por suerte, con las nuevas tecnologías pudieron conocerlo a través de videollamadas.

La fiebre por el papel higiénico: Ana Belén trabajaba en un Súper

Alguna ventaja tenía que tener esa situación tan alucinante que estábamos viviendo hace cinco años. Es curioso cómo se recuerda el silencio de las calles de Madrid habitualmente llenas de ruido. Se podía escuchar el canto de los pájaros que no sabíamos ni que existían. Otra de las imágenes que tenemos en la cabeza es la de los supermercados, uno de los pocos lugares a los que nos dejaban acudir. 

Ana Belén vivía aquellas horas en la caja de un supermercado. "Empezó a entrar mucha gente, empezaron a hacer muchos pedidos a domicilio, donde lo que más se llevaba era el papel higiénico, que nos quedamos sin existencia. No sabíamos lo que pasaba. El público podía entrar en un número determinado con un aforo determinado. La gente hacía filas afuera del centro. Había gente que no entendía. Otra gente muy desagradable que lo que hacía era insultarte o enfadarse, en este caso con nosotros, que no teníamos la culpa", recuerda como si fuera ayer.

Seguro que alguno tiene todavía papel higiénico del acopio que hizo en esos días. ¡Qué obsesión! Como para hacer una barricada. Impresionante.

Se hacían compras enormes por miedo a que no hubiera alimentos suficientes

Europa Press

Se hacían compras enormes por miedo a que no hubiera alimentos suficientesJesús Hellín / Europa Press10/3/2020

La ilusión de álvaro era viajar a japón

La proclamación del estado de alarma y el cierre de pueblos y ciudades por la expansión del covid truncó también aviones, sueños, y algunos viajes largamente planificados. 

Álvaro llevaba años soñando y preparando un viaje a Japón que había previsto, ¿para cuándo? Para mediados de marzo de 2020. Iba con su prima y una amiga de esta. Precisamente, por las acompañantes, es precisamente el primer aviso de que algo no iba bien.

"En esos días anteriores yo no le di mucha importancia. Con las dos amigas que iba, mi prima y su amiga, eran médicos y sí que es cierto que, a falta de una semana de ir, la amiga de mi prima nos dice que en el hospital en el que ella trabaja en Zaragoza les están dando una serie de recomendaciones y les están alertando de que eviten desplazamientos, de que eviten viajar. Ella nos dice que finalmente no viene al viaje", cuenta Álvaro. 

Pero piensa que no va a ser para tanto. Ajeno a la advertencia, decide emprender  el viaje como tenía previsto y el 12 de marzo, jueves por la noche, sale de Madrid acompañado de su prima. 

"Nosotros habíamos contactado con una guía. Habíamos estado wasapeando, intercambiando emails con ella y ese día, cuando activo el móvil con la tarjeta que compramos ahí, me manda un WhatsApp en el que pone 'no vengas a Japón. Coronavirus. Entonces yo le respondo que ya es tarde porque ya estamos allí". 

Y todo se complica de golpe. En España se decreta el estado de alarma y en cuestión de horas se da cuenta de que el mundo en general ha cambiado.

"De repente en grupos de WhatsApp empiezan a llegar muchas alarmas, empiezan a llegar cosas y recuerdo que estábamos cenando y ya vemos de repente que la cosa se ha puesto patas arriba en cuestión de horas. Y claro, toca adelantar el viaje.  Ahí nos empezamos a dar cuenta de lo mal que estaba la situación porque la compañía, que en este caso era Air France, nos cambió los billetes de día para volver el domingo 15 y no nos puso absolutamente ninguna pega. Nos lo cambió en fecha, no nos cobró ningún suplemento. Vuelta a España.  Madrid, Tokio, Tokio, Madrid en cuatro días. Un mini viaje con decenas de horas de vuelo. Desde Japón me fui a mi casa y ahí estuve encerrado en el confinamiento. Como me dijo mi hermano, 'tú te fuiste de puente a Japón un jueves y volviste un domingo'. Así es, en resumidas cuentas, mi bonito puente a Japón. Algún día tengo que volver, claro".

'Resistiré' se convirtió en un himno de supervivencia para todos

La verdad es que de lo poco bueno de aquellos días empezó a surgir el ingenio, la imaginación, la solidaridad de la gente para levantar el ánimo. Y para eso una de las mejores herramientas fue la música

En el momento en el que se declaró el estado de alarma, en Cadena 100, comenzó a darle vueltas. Lo primero fue elegir la canción. 

"'Resistiré' del Dúo Dinámico tenía la letra adecuada de lo que creíamos que se tenía que expresar en ese momento. Y lo siguiente era hacer una lista de artistas que pensábamos que podíamos colaborar y preguntarles directamente. Y así fue, como estábamos todos en casa, por WhatsApp, fuimos preguntando uno a otro. Todos dijeron que sí", recuerda Javi Nieves que encabezó la idea, muy difícil de llevar a la práctica, porque tuvieron que coordinar a cerca de 50 artistas entre músicos y cantantes, al menos hasta que dieron con la solución que fue un kit musical de emergencia, que luego todos cantamos hasta la saciedad cuando salíamos a aplaudir en los balcones. 

Todos tenemos recuerdos tremendos de aquella época. Estas han sido solo algunas de esas historias que nunca olvidaremos.

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