“El duelo migratorio llega si no tienes a tu lado a la familia"

“Mujer y periodista. Valenciana de nacimiento, aragonesa por convicción y Sabinera de corazón”. Así se presenta Irene Sánchez Artero, de 28 años, en cuenta de Twitter, en su blog y en su vida.

“Vivir en Bruselas me impidió estar en el funeral de mi abuelo”

Hace cuatro años y medio, se fue a Bruselas con una beca. Se fue a buscar la oportunidad que España no le ofrecía. Cogió una maleta y la llenó de canciones de Sabina, de fotos, y de recuerdos de su rincón favorito en el mundo, su pueblo (Camarillas, en Teruel). Salió de su localidad llena de ilusión, de ganas, y de vivir una experiencia.

La experiencia le ha traído Irene un trabajo, en una productora audiovisual, además de nuevas amistades, aprendizaje tanto personal como profesional. Pero también le ha traído calendarios llenos de cuenta atrás y muchos momentos de nostalgia.

Esos momentos llegan cuando pasa un tiempo y te preguntas: “¿Qué hago aquí?” Y cuando llega, se sufre y hay personas que se ponen en manos de especialistas.

Irene Sánchez ha reconocido en 'Mediodía COPE' que “cuando no puedes estar con tu familia en los momentos importantes, es cuando te preguntas qué haces aquí”.

“Vivir en Bruselas me impidió estar en el funeral de mi abuelo” ha lamentado Irene, que además precisa que el duelo migratorio no es algo que te planteas cuando aterrizas en un país nuevo, sino "cuando llevas un tiempo”.

“El no poder estar con la familia cuando hay una enfermedad, el no poder dar un abrazo a una amiga de mi tierra, el no poder ver crecer a mis sobrinos...”

“El no poder estar con la familia cuando hay una enfermedad, el no poder dar un abrazo a una amiga de mi tierra, el no poder ver crecer a mis sobrinos...” son cosas que echa mucho en falta Irene.

Celia Arroyo es una psicóloga que lleva varios años prestando atención a los emigrados, a gente que, como Irene, ha tenido que irse a vivir, trabajar o estudiar fuera de España. Celia asegura que “este síndrome de duelo migratorio se puede tratar, pero no es una enfermedad”.

Otro de los factores en los que influye el duelo migratorio, según la psicóloga, es que “se retrasa el ser padres, por la distancia, y porque esperan a volver con su familia para tener hijos”.