"Era un niño estupendo y ahora es un niño destruido"

Así describe a Alejandro, su madre, Inmaculada Rivas, con lágrimas contenidas y la voz quebrada, "no reacciona, no quiere vivir", gracias al acoso escolar que sufre desde los 8 años.

Con 12 años, un niño debe pensar en jugar con sus hermanos, sus amigos, debe querer disfrutar de cada momento, de cada día y sin embargo, Alejandro se quiere morir, "ha desarrollado un sentimiento de culpabilidad muy grande, si le insultan y agreden es porque él es el malo de la historia" estas palabras son el comienzo de una narración que pone los pelos de punta. Es lo que le está pasando a Alejandro contado por su madre, quien a penas puede controlar la emoción. Emoción y rabia contenida por no poder hacer más de lo que hacen, por no poder devolver a su hijo la vida que se le escapa de las manos, por no poder protegerle de sus agresores. "Está muy mal, está en su dormitorio, sedado"  mientras que sus agresores, siguen yendo al instituto Rosa Navarro de Olula del Río en Almería, "él dice que en esta historia él es el que estorba". Increíble.Nada le saca de ese pozo, y eso que "está en manos de una psiquiatra". Nada ni nadie, ya ni siquiera confía en su madre, Inmaculada, "primero no le transmito lo que estamos viviendo, hablo con él diciéndole venga Alejandro que esto va a pasar, que es una pesadilla y las pesadillas se pasan. Pero tantas veces le he dicho que esto no va a volver a pasar que ya no confía en mí".Alejandro no confía en nada ni en nadie y sus padres ya no creen en el sistema, "no confiamos en el sistema porque el orientador del centro se reune con todos, profesores, dirección... se me dice que el protocolo contra el acoso se va a activar  y que todos van a actuar para que a Alejandro no le pase nada y ese protocolo no se ha activado nunca. Los agresores siguen en el instituto".Solo a uno se le ha expulsado temporalmente, un mes del centro. Desde los 8 años Alejandro soporta este acoso, ha aguantado cuatro años pero con 12 ha comenzado a rendirse. Tan solo una semana ha conseguido ir a clase este curso, al día siguiente de que comenzaran las clases empezaron, sus acosadores, con insultos y agresiones. "Tres de los agresores le empujaron en clase de Gimnasia y uno de ellos le produjo lesiones al empujarle contra la pizarra y todo con la profesora delante. Mi hijo no ha vuelto al colegio".Como todo niño maltratado prefirió no decir nada al volver del colegio, parecía que este año iba a ser distinto, "dijimos ha sacado fuerzas, pero por la noche se hizo pis en la cama...".Ante la falta de reacción del centro y tras las lesiones, los padres de Alejandro han denunciado ante la Guardia Civil porque como cuenta Inmaculada, "volvemos a hablar con el director y nos dice que van a tomar medidas contra uno de ellos; le dice a Alejandro, no te preocupes tienes que volver al colegio... pero no hacen nada, dicen que  tienen que seguir allí, es un protocolo, hay que llamar a los padres".En este punto a Inmaculada se le quiebra del todo la voz, "era un niño estupendo, sonriente, un niño muy normal con hermanos pequeños a los que quiere y juega, era un niño estupendo. Sus hermanos lo están viviendo muy mal, el bebé lo echa mucho de menos porque le cambiaba, le dormía, es un niño muy responsable...y ahora es un niño destruido, es un niño postrado en una cama sin ganas de vivir, su hermano va a buscarlo y no reacciona, no quiere vivir".