El estremecedor relato de una Ertaizna que salvó la vida de un hombre en Baracaldo: "Dos horas de tensión"

El suicidio fue la primera causa externa de muerte en el año 2022, con 4.003 fallecimientos. Detrás de cada número, hubo una vida que vio al suicidio como vía de escape a su realidad. Sin embargo, a veces la vida te pone en situaciones en las que tienes que actuar con determinación. Es el caso de Nuria, quien evitó el pasado domingo que un hombre argelino se tirase por el puente de Rontegi, en Baracaldo. Ella es agente de tráfico de la Ertzaintza y nada más entrar a su jornada laboral, el teléfono no paró de sonar. Sus compañeros y ella acudieron rápidamente al puente.

El hombre argelino de 27 años estaba junto a la valla del puente. Ahí, Nuria empezó a acercarse a él saltando al otro lado de la barandilla y le hizo una señal con la mano. Para que te hagas una idea, el puente de Rontegi consta 4 carriles y de 40 metros de altura. Tiene muy poca repisa. Para el chico era difícil mantenerse, ya que un mal movimiento podía condenarle al vacío.

Fue una actuación en grupo en la que Nuria no estaba sola porque le ayudaron sus compañeros. La agente de tráfico contó en 'Mediodía COPE' como era la situación en el puente. "Cuando hablamos con él, en un principio era complicado porque no sabíamos nada de su vida ni por qué había llegado a ese punto, y nuestro objetivo era ganarnos poco a poco su confianza e intentar, de alguna manera, sacarle temas de conversación que le evadan de los pensamientos que le han llevado a estar en el puente" relató Nuria.

Fueron dos horas "de tensión constante" en las que, tal y como explicó Nuria, había momentos en los que hablando con el chico conseguían conectar, pero en otros, esa conexión se diluía. "No eres consciente del tiempo que pasa, porque tu objetivo es que salga de ese bucle, que pase al otro lado del puente con nosotros y que valore que hay otras alternativas antes que llegar ahí", explicó la agente.

¿Qué le llevó a este hombre a intentar tirarse por el puente? En esa intervención de dos horas, evitaron tocar ese tema, ya que cuando lo hicieron la tensión aumentaba. "Sí que en algún momento nos dijo que toda la gente era mala, que no había ninguna buena y que no podía más", narró Nuria. Sin embargo, ellos trataron de hacerle ver que ellos estaban ahí para escucharle, ayudarle y que había gente afuera dispuesta a ayudarle.

Gracias a este "trabajo en equipo", le hicieron ver que "era una persona válida" y "que tenía mucho por hacer". Además, Nuria contó que otro factor que les ayudó fue el cansancio: "Esta persona llevaba dos días en la calle, sin comer y sin dormir y la verdad que estaba muy agotado. Entonces, lo que tratábamos de decirle es que esa conversación la podíamos seguir manteniendo fuera del puente".

Después de que los bomberos le sacaran de ahí, todo acabó en un abrazo. "Al final somos humanos y el contacto es necesario. En esa situación un abrazo, teniendo en cuenta que para llegar ahí tienes que estar muy mal, es lo que te sale". Una vivencia que terminó con un acto valiente. "Hay veces que es duro afrontar la vida, pero siempre se puede. Siempre hay gente dispuesta a ayudar, lo otro no es una opción", señaló la agente.