Con una importante brecha salarial entre hombres y mujeres: ¿está España preparada para la Ley de Paridad?

A partir de 2024 se inicia un calendario para que las grandes empresas, administraciones y empresas públicas, entre otros, cuenten con al menos un 40% de mujeres en sus puestos de dirección.

Así lo establece la Ley de Paridad que este martes aprobaba el Consejo de Ministros y que, por cierto, no nace del Ministerio de Igualdad sino del de Economía.

Lo que viene a hacer esta Ley es aplicar en España, antes que en otros países europeos, una directiva aprobada por la Eurocámara el pasado mes de noviembre. Como anunciaba la ministra de Asuntos Económicos Nadia Calviño “es un anteproyecto de ley que garantiza la participación de las mujeres en los órganos de decisión de nuestro país que rompe el techo de cristal en el ámbito público y privado. Y consolida a España como uno delos países más avanzados en igualdad de género a nivel mundial”.

El 1 de julio de 2024: la fecha señalada

El 1 de julio de 2024 las empresas que cotizan en Bolsa tendrán que contar ya con ese 40% de mujeres en sus consejos de administración. Hablaríamos de unas 280 compañías más o menos.

Pero dos años más tarde, en 2026, estarán obligadas ya las empresas con más de 250 trabajadores y 50 millones de euros de facturación. Lo que afectaría según distintas fuentes a unas 1.500 empresas en España. Ya será en 2028 cuando las administraciones públicas se incorporen a esta Ley y esto incluirá no solo al Gobierno sino a empresas públicas o fundaciones.

¿Y qué pasa si no se cumple con lo que establece la ley? Pues habrá multas que partirán de los 300.000 euros.

Esto es a grandes rasgos lo que contempla la Ley. Pero la pregunta es: ¿estamos preparados?

¿Está España preparada para la Ley de Paridad?

La headhunter de F&B Consultores, empresa de cazatalentos que se dedica a reclutar a abogados para grandes compañías y despachos de toda España, Paula Fuentes reconoce que todavía son muchas las empresas que les demandan a hombres para los puestos ejecutivos y de dirección. “Toda la selección de gente que tuvimos el año pasado es un 10-80 para puestos directivos; para la mitad de la pirámide sí que hay muchísimas mujeres”, explica.

Importante brecha salarial entre hombres y mujeres

De todos los perfiles que la empresa de Paula reclutó el año pasado para dirección, un 87% fueron hombres frente a un 13% de mujeres. Además el sueldo no fue el mismo, porque para el mismo puesto el salario sigue siendo inferior para una mujer que para un hombre.

En este sentido, destaca Fuentes que “hablo de datos de un 20% menos para las mujeres”.

Conscientes de que todavía queda muchísimo camino por recorrer, según las cifras de esta consultoría en los últimos 8 años los puestos ejecutivos para una mujer se han incrementado tanto en grandes compañías como en despachos de abogados. Por ejemplo, el número de socias ha pasado de un 13 a un 20% más o menos desde 2014 hasta ahora. Lo mismo en compañías cotizadas donde ayudó muchísimo el Código de Buen Gobierno de la Comisión nacional del Mercado de Valores pero todavía estamos lejos de otros países europeos como Francia o Alemania.

Un cambio significativo y una puerta a la esperanza ya que, como nos dice Paula “va cambiando poco a poco, esto antes era muchísimo mejor” y constata que “poco a poco la balanza se va equilibrando” aunque todavía hay países europeos que nos superan.

La importancia del liderazgo

Leyes también europeas y la propia Ley de Igualdad aprobada por el Gobierno en 2007 han ayudado a incrementar la presencia de la mujer en órganos directivos. Pero es la transformación de la sociedad, y de la propia empresa, la que busca adaptarse a los nuevos tiempos y nuevas formas de liderazgo. Cuestiones que pueden ayudarnos a todas las mujeres a incrementar de forma notable nuestra presencia en puestos directivos.

Explica la headhunter que “la nueva forma de liderazgo va más por escuchar, comprender… y esa dimensión afectiva que tiene la mujer es muy importante a la hora del liderazgo”. Es por eso que ahora las empresas “nos están pidiendo gente con habilidades interpersonales, gente que se conozca a sí misma y que puedan ser buenos líderes, gente madura”, comenta Paula.