Un misionero vive más de medio siglo en Malawi y desvela el mayor drama que descubrió allí : "La única riqueza"
Con motivo de la Jornada de Infancia Misionera, Julio Feliu explica la labor pastoral que llevó a cabo en uno de los países más pobres del mundo
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En el África Oriental, concretamente, en la República de Malawi, alrededor del 61,7% de la población es multidimensionalmente pobre. Esto significa que la pobreza que experimentan estas personas, por desgracia, está presente en todos los escenarios básicos que necesita el ser humano para sobrevivir: pobreza en alimentos, en sanidad, en educación. Por supuesto, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, la pobreza es aún mayor en las zonas rurales y la incidencia de esta insuficiencia de recursos entre los niños del país es de un 60,5%.
Este domingo, el día 19 de enero, Obras Misionales Pontificias organiza la Jornada de la Infancia Misionera para ayudar a sostener así todos esos proyectos asistenciales para la infancia sin recursos en los territorios de misión. Malawi es, precisamente, un territorio de misión y un país que conoce bien Julio Feliu, quien ha sido misionero en el país africano durante 53 años y con quien hemos tenido oportunidad de charlar en 'Mediodía COPE'.
"He vivido 53 años allí y la experiencia que tengo con los niños en la zona rural es desastrosa. Los niños tienen que ir kilómetros y kilómetros para ir a la escuela, los que van, y luego van pues sin comer, sin desayunar y muchas veces descalzos porque no tienen dinero para comprarse los zapatos y vuelven a casa hambrientos y claro, eso también influye mucho en el aprendizaje. Es decir, que cuando un niño está hambriento y cansado, pues ya puedes enseñarle que no puede, ya no puede más. Es un es un drama de verdaderamente", declaraba a los micrófonos de COPE Julio Feliu.
Cuando llegué, el país tenía un millón de habitantes y hoy tiene diecinueve millones, no hay campos para cultivar"
Además, también hemos aprovechado la oportunidad para preguntar a este misionero que ha pasado más de cinco décadas en Malawi sobre la evolución que ha experimentado el país en todo este tiempo: "Hay que pensar que cuando yo llegué el país tenía un millón y medio de habitantes y hoy tiene diecinueve millones, no hay campos para cultivar. Y luego la única riqueza es el tabaco que le llaman el oro verde y el país está evolucionando a peor.
Además, Julio Feliu, fundó un grupo de Infancia Misionera llamado "Tilitonse" (que significa "todos juntos"), en el que enseñaba a los niños de allí a ser misioneros también ellos. Recibió el apoyo de la Obra Pontificia de Infancia Misionera para editar un catecismo para niños en chichewa -una lengua local-, que elaboró él mismo.
un niño también puede convertirse en misionero y aportar su granito de arena
"Dentro de la pastoral nuestra de la parroquia católica, se llama a los niños todos los sábados y ese día están allí en la parroquia con monitores a los que hay que enseñar y a los que hay que dar mediante libros y pizarras. Así como aquí en España vemos que cada vez hay menos niños, ahí hay cada vez más".
Don Julio también ha explicado que un niño también tiene la capacidad de ser misionero a pesar de su temprana edad: "A los niños se les educa, intentamos hacerlo a una apertura hacia los demás. Por tanto, incluso este 19 este de enero, también los niños van a contribuir incluso económicamente y se les dice que lo poco que tengan, que lo den también para ayudar a otros que son más necesitados que ellos mismos", finalizaba nuestro invitado, Julio Feliu.