Lo que la ley trans no prevé en torno a las cárceles en 'Mediodía COPE': "Nos encontramos con un limbo legal"
Joaquín Leiva, portavoz del sindicato de prisiones Acaip, le cuenta a Pilar García Muñiz los grandes vacíos que presenta la ley como ¿quién cachea al preso trans?
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La conocida como 'ley trans' no lleva ni un mes en vigor, pero sus efectos ya se están notando. Los registros civiles ya avisan de que el número de hombres que acuden a cambiar su género ha aumentado en las últimas semanas. Pero esta ley también está generando polémica. Uno de los escenarios pueden ser las cárceles españolas. ¿Qué pasa con los reclusos que ahora son reclusas? ¿O viceversa?
Según Instituciones Penitenciarias en las prisiones de nuestro país hay internadas 79 personas transgénero. De ellas, 22 que nacieron hombres y que ahora se reconocen como mujeres, se encuentran en prisiones exclusivamente femeninas, o en módulos de mujeres dentro de prisiones mixtas.
Hay también 6 personas que nacieron mujeres y que ahora se reconocen como hombres que se encuentran en instalaciones masculinas.
Ahora, tras la aprobación de la nueva ley, estamos conociendo noticias llamativas. Por ejemplo, en un centro penitenciario de Asturias, seis reclusos han iniciado los tramites para poder cambiar su género en el registro y así poder pedir también su traslado a un módulo femenino.
Es la Ley General Penitenciaria la que marca la separación de los reclusos por sexo y en el año 2006 el Ministerio del Interior publicó una instrucción en la que explicó qué hacer cuando un preso quería cambiar de modulo por considerar que contaba con un género distinto a aquel con el que había nacido. En estos casos no se miraba el género que figuraba en el Registro Civil. Para ver si era procedente el traslado de módulo los reclusos tenían que pasar informes médicos y psicológicos. Estos informes los realizaba un equipo técnico multidisciplinar formado por educadores, psicólogos y trabajadores sociales. Con la nueva ley, este procedimiento queda eliminado. Ahora lo que importa es el género que figura en el registro. Si una mujer trans figura así en el registro podrá entrar en una prisión de mujeres.
Un limbo legal
En realidad, en los centros penitenciarios, se encuentran con un problema a la hora de tratar a internos que cambia de sexo al no estar contemplado en la ley ciertas circunstancias de estos reclusos como ha advertido en Mediodía COPE, Joaquín Leiva, funcionario de prisiones y portavoz del sindicato ACAIP, "nuestras instrucciones son las de 2006, no tenemos nuevos protocolos y ya desde entonces lo hemos hecho notar, y no se han tomado medidas, seguimos actuando con el protocolo y nos encontramos en un limbo legal que se va actuando caso a caso, pero es necesario un protocolo específico para que haya seguridad jurídica para los trabajadores y los presos trans que ingresen en prisión. Hay una premisa de la que tenemos que partir, una persona que entra en prisión es porque ha transgredido las normas sociales que todos nos hemos autoimpuesto y no podemos obviar que esa persona que transgrede la ley puede utilizar los resquicios que tienen esas normas para buscar beneficios. Son protocolos que debemos tener claros para que no se vulneren los derechos de nadie".
La semana pasada conocíamos que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía condenó a una mujer trans por abusar de su hermanastra menor de edad cuando aún era un hombre. Ahora podría ingresar en una cárcel de mujeres. En este tipo de casos en los que hay agresiones sexuales por medio, ¿qué va a suceder? "Esto es algo que nos deberían explicar y establecer estos protocolos porque la ley nos marca una separación entre hombres y mujeres, y entre preventivos y penados, nunca se dividen por el delito que han cometido y nos preocupa el paso de hombre a mujer y de mujer a hombre porque también se puede dar el aumento de la prostitución. Es un entorno cerrado y se tiene que actuar”
Cuando un hombre es condenado por agresión sexual, se cambia de sexo y es encarcelado en una cárcel de mujeres, ¿una reclusa se puede negar a compartir celda? “Es imposible, la ley dictamina que cada preso tenga su celda, pero con la sobreocupación que tenemos en las cárceles españolas y la falta de personal esto no se puede. Un interno no puede negarse, debería solicitarlo, pero si atendemos a lo que dice la ley no podemos estar ante un caso de discriminación porque estaríamos ante un delito de odio, de transfobia, no podemos estigmatizar a todas las personas trans, pero es un entorno cerrado y con personas que ya han transgredido la ley. Nosotros separamos por hombres y mujeres,por penados y preventivos. No vemos ninguna disposición en la ley en la que se haya tenido en cuenta estos nuevos presos, ¿quién cachea al preso? Una ley que se prepara con tiempo, no se hace de la noche a la mañana, y en los borradores ya se veía que no se había tenido en cuenta estos casos que se dan en entornos cerrados", recalca el portavoz de ACAIP.
Oposiciones a Policía Local suspendidas
Esto es lo que está ocurriendo en los centros penitenciarios, pero hay más casos en los que se da, también, ese limbo legal como ocurría la semana pasada con las pruebas físicas para Policía Local del ayuntamiento de Torrelodones con una aspirante, anteriormente hombre y que presentó un poder notarial en el que señalaba su cambio de género.
En las pruebas físicas, el ayuntamiento no sabía que hacer y le dijo que tirara con dos balones medicinales. Con el que usan las mujeres que pesa 3 kilos y con el que usan los hombres que pesa 5 kilos. Y al mismo tiempo preguntó a la Comunidad de Madrid qué hacer. La Comunidad le preguntó al Ministerio de Igualdad. Y, por ahora, como nos cuenta el concejal de seguridad del Ayuntamiento de Torrelodones no tienen respuesta. La oposición está suspendida con el consiguiente perjuicio para el resto de opositores.
Estos son algunos de los efectos de la nueva ley trans. Por ahora hay muchas preguntas, muchas dudas y pocas respuestas.