La sequía deja las reservas de agua en los embalses al 37% de su capacidad
La sequía sigue preocupándonos. Ha llegado el otoño, y han bajado las temperaturas pero el agua caída en los últimos días no ha sido suficiente. Las cuencas de los embalses siguen estando en rojo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los embalses están vacíos y las últimas lluvias no han cambiado la preocupante situación. Nuevo mínimo en las reservas de agua que esta semana se sitúan en en el 37,3% de su capacidad total, dos décimas menos que hace siete días o lo que es lo mismo 104 hectómetros menos almacenados, según el registro que ha hecho público este martes el Gobierno.
Y es que las últimas lluvias no han cambiado mucho vidas como la de David de Andrés. Tiene 44 años, es agricultor y ganadero en la provincia de Guadalajara y la sequía le afecta en su día a a día. “Nos ha tocado llenar a mano los abrevaderos de agua”, ha lamentado.
Vive en el municipio de Villanueva de Argecilla y en su zona los embalses están al mismo nivel que la semana pasada. Han perdido agua los pantanos de la Cuenca del Segura que están al 13% de su capacidad y los del Tajo que se encuentran al 40%.
En total hay casi 21.000 hectómetros cúbicos de agua almacenada, un 16% menos que la media de los últimos 10 años con las cuencas del Júcar, Segura y Duero en situación de grave sequía y el Guadalquivir y la cuenca Miño Sil en alerta.
En general ha llovido pero no han sido precipitaciones muy importantes e incluso han comenzado las nieves en algunos puntos de Soria y volverá a nevar esta semana en el Pirineo. Y para esta semana lo previsto es que haya precipitaciones sobre todo en el Cantábrico, Pirineo Oriental y Baleares pero tampoco suficientes como para mejorar la situación de las zonas más secas como ha explicado a COPE Ana Casals, portavoz de la Agencia Española de Meteorología. “Va a llover todos los días pero en el mismo sitio”, ha señalado.
Y si miramos un poco más allá tampoco el panorama pinta demasiado bien ya que para noviembre, diciembre y enero los pronósticos apuntan a precipitaciones por debajo de lo normal, con lo que 2017 se perfila como uno de los años más secos que se recuerdan.