"La situación es gravísima. En Gaza no hay ni un lugar seguro", afirma en COPE la directora de UNRWA España
Raquel Martí advierte en Mediodía COPE que a la falta de agua y alimentos, se une la propagación de enfermedades, sobre todo, entre los niños
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La situación en Gaza es "acuciante, gravísima", subraya en Mediodía COPE, Raquel Martí, directora general del Comité Español UNRWA, la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos.
A punto de cumplirse un mes del ataque de Hamás a Israel que causó más de 1.400 muertos, el estallido de bombardeos de uno y otro lado de la Franja de Gaza que vino después, es una guerra que a día de hoy deja casi 9.800 víctimas mortales entre los gazatíes, la mitad más o menos niños.
Si nos asomamos de noche a través de un satélite a la Franja no distinguimos más allá de un puñado de luces. Son los pocos edificios, muy pocos, que tienen luz porque son autosuficientes energéticamente, ya que tienen su propio combustible. Pero si te fijas en la imagen, casi todo es oscuridad.
No tiene luz, no tienen agua y en tres días faltarán, según la ONU, alimentos tan básicos como el arroz, el aceite o las legumbres.
El ejército de Israel sigue con los bombardeos mientras prosigue la ofensiva diplomática para conseguir instalar un hospital de campaña en la frontera con Egipto, abrir más corredores humanitarios y por supuesto pactar un alto el fuego. Nada de esto se está consiguiendo.
El Secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, ha vuelto a pedir una pausa humanitaria en la guerra, "esta pausa podría facilitar la liberación de los más de 240 rehenes que están en poder de Hamás".
Sin embargo, el gobierno de Netanyahu señala que primero tiene que haber avances en la liberación de los rehenes antes de la entrada en vigor de una pausa humanitaria. Y mientras, los gazatíes sufren las tremendas consecuencias.
"La situación cada vez es más grave", dice en COPE, Raquel Martí
La situación, sobre todo en hospitales y sanitarias es "cada vez más grave y acuciante. Desde Gaza nos informan que el único hospital de cáncer que había en la Franja, además de haberse quedado sin electricidad, ha sido atacado y se ha quedado inutilizado. El hospital de Al Shifa -el más grande en el norte-, y el hospital indonesio han apagado sus generadores y utilizan generadores más pequeños que solo permiten atender casos pequeños, los más graves", explica la directora general del Comité Español UNRWA, en Mediodía COPE.
Si esto es preocupante, más aún la falta de alimentos, de agua, de medicinas, "desde el día 21 de octubre han entrado 450 camiones que no son nada, los camiones que han entrado con agua potable, ya que casi no queda agua potable en Gaza, sirven para dar agua a unas 66.000 personas, pero en Gaza hay dos millones de personas privadas del acceso a agua; los alimentos también son insuficiente solo han podido atender a los refugiados en colegios de Naciones Unidas. UNRWA tiene acogidas a 717.000 personas que están hacinadas. Nuestros colegios estaban preparados para atender a una media de mil personas , pero acogen a más de cuatro mil y algunos más de 8000 y 22.000 personas", denuncia, Raquel Martí.
Las enfermedades se empiezan a propagar por toda la Franja
Estas personas están empezando a sufrir enfermedades que se están propagando por la falta de agua potable, el hacinamiento y la falta de higiene y porque las aguas residuales no se pueden verter al mar Mediterráneo, "se está propagando asma, la viruela, muchas enfermedades respiratorias entre los niños pequeños; también gastroenteritis, vómitos, diarreas y fiebre entre la población", detalla.
"La situación es gravísima, no hay ni un lugar seguro dentro de la Franja de Gaza, se atacan escuelas, hospitales o cualquier infraestructura civil. Israel presiona para que la población se desplace al sur, pero se siguen bombardeando ese sur", denuncia y subraya que "la situación es acuciante, no quedan alimentos dentro de la Franja de Gaza, solo tenemos harina para dos o tres días para hacer pan y ese pan es lo único que hay en la Franja y se necesita agua y combustible, no hay agua potable y nos vamos a quedar sin combustible", alerta.
Ni Israel ni Hamás hacen nada por poner fin al conflicto
Otro de los graves problemas es la falta de comunicaciones, "ayer se cortaron las comunicaciones, esta mañana se han restablecido, pero hemos estado toda la noche sin comunicaciones y esa falta de comunicación no solo influye en la distribución de los alimentos sino también en el auxilio de los heridos", advierte la directora general del Comité Español UNRWA, la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos.
"Solo se permite que salgan los heridos extremadamente graves por el paso de Rafáh. El sábado se atacó una ambulancia en ese paso y se está atacando vehículos con personas con doble nacionalidad que quieren pasar por ese paso porque Hamás ha dicho que no va a permitir que nadie salga" recuerda Raquel Martí.
Israel, por su parte, insiste en que seguirá con los bombardeos contra Hamás y no se plantea un alto el fuego, ni humanitario, mientras no sean puestos en libertad y devueltos a casa los rehenes en poder de Hamás desde el 7 de octubre.