La iglesia de Segovia que se identifica como herencia de los templarios y es un mito: "No son tantas como se dice"

Los Caballeros Templarios, una de las órdenes militares más enigmáticas de la Edad Media, han capturado la imaginación colectiva durante siglos. Su legado llega hasta hoy en día y por eso en Poniendo las Calles le preguntamos al historiador José Luis Corral por lo que queda. El experto puntualiza que hay iglesias, como una en Segovia, mal atribuidas a esta orden.

Fundada en 1119, tras la Primera Cruzada, la Orden del Temple surgió con el objetivo de proteger a los peregrinos en Tierra Santa y salvaguardar los lugares sagrados. A lo largo de los años, se convirtieron en un poder económico y militar significativo, acumulando riquezas y territorios en Europa y el Levante.

La historia de los templarios se caracteriza por su rápida expansión y su posterior caída, como deja claro el historiador José Luis Corral en Poniendo las Calles. En el siglo XII, la orden ya contaba con miles de miembros y poseía numerosas propiedades, incluidas fortalezas y tierras en diversas regiones.

Sin embargo, a principios del siglo XIV, el rey Felipe IV de Francia, en su deseo de apoderarse de sus riquezas, orquestó una serie de arrestos masivos el 13 de octubre de 1307. La orden fue disuelta oficialmente por el Papa Clemente V en 1312, pero su legado perdura en la cultura y la arquitectura.

Herencia de los Templarios

El impacto de los templarios en la arquitectura medieval es notable. Muchas de las iglesias y castillos que construyeron han sido conservados hasta nuestros días. Un ejemplo destacado es la Iglesia de Santa María en Tomar, Portugal, que es un magnífico ejemplo del estilo gótico-mudéjar y fue un centro importante de la orden en la península ibérica.

En España, los restos templarios son abundantes, destacando la Iglesia de San Juan Bautista en Ayllón, Segovia, y la Iglesia de Santa María en Alcañiz, Teruel. Estas construcciones muestran la influencia arquitectónica de la orden y su integración en la vida social y religiosa de las comunidades locales, como explica el historiador José Luis Corral.

Además de las iglesias, los templarios construyeron una red de castillos que servían como centros de defensa y administración. El Castillo de Ponferrada es uno de los ejemplos más significativos. Esta fortaleza, que ha sido objeto de numerosas excavaciones, ha revelado datos sobre la vida y organización de la orden en el noroeste de España.

El legado de los templarios también se refleja en las leyendas y mitologías que han surgido a su alrededor. A menudo se les asocia con tesoros ocultos y secretos místicos, lo que ha fomentado un interés continuo en su historia. Sin embargo, es esencial diferenciar entre la realidad histórica y la ficción popular, como hace José Luis Corral en Poniendo las Calles.

La iglesia de Segovia

El experto destaca esa influencia de los templarios con los restos arqueológicos que quedan en la actualidad, pero señala que, en cuanto a las iglesias, "no son tantas como se dice": "Algunas no lo son, por ejemplo, la Iglesia de la Vera Cruz de Segovia, que se identifica como templaria y no lo es".

José Luis Corral también señala "la ermita de Torres del Río, la de Eunate en Navarra o la de Cañón del Río Lobos en Soria". En conclusión, la historia de los templarios es un testimonio de la complejidad de la Edad Media. Su legado, representado en las iglesias y castillos que han perdurado a lo largo de los siglos, ofrece una ventana única al pasado.