Un psicólogo clínico te dice qué hacer si ves que no cumples los propósitos de año nuevo: "La inmediatez"

El doctor Dario Fernández da este consejo a todos los que empiezan a ver dificultades a la hora de cumplir con las metas que se plantearon el día 1 de enero

José Manuel Nieto

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Cada inicio de año, nos proponemos metas y objetivos con la esperanza de lograr una versión mejorada de nosotros mismos. Sin embargo, pronto descubrimos que la energía con la que comenzamos el año se diluye a medida que las semanas pasan. En febrero, los propósitos parecen ser un lastre más que una motivación, y la sensación de fracaso comienza a acechar. ¿Qué hacer si te encuentras en esta situación? El doctor Darío Fernández, médico y psicólogo clínico de la clínica Legazpi de Madrid, tiene las claves para no rendirse y ajustar nuestras expectativas sin caer en la frustración.

En Poniendo las Calles, el doctor Fernández explicó que uno de los principales errores que cometemos al hacer propósitos de Año Nuevo es pensar que los objetivos deben cumplirse de forma inmediata. “El problema es la inmediatez”, afirmó Fernández. La presión por lograr resultados rápidos puede ser muy desmotivante cuando no se alcanzan en el tiempo que imaginábamos. Según el doctor, si llegamos a febrero y nos damos cuenta de que no hemos cumplido nuestros objetivos, es fundamental hacer una pausa, analizar qué ha fallado y corregir el rumbo.

“Si no conseguimos lo que queríamos, puede ser porque no hemos planteado bien los objetivos o porque no hemos seguido las decisiones que tomamos con determinación”, explicó. Una revisión honesta de lo que ha fallado en nuestro proceso es clave para evitar caer en la frustración. Es importante recordar que los propósitos deben ser realistas y, en algunos casos, la meta inicial podría haber sido demasiado ambiciosa. No se trata de abandonar, sino de ajustar el plan y seguir adelante con un enfoque más gradual.

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Manos femeninas escribiendo a mano resoluciones de año nuevo objetivos metas en papel bloc de notas

Una de las estrategias más eficaces para no abandonar los propósitos es centrarse en pequeños logros. “Es fundamental dividir los grandes objetivos en partes más manejables”, recomienda el psicólogo. En lugar de abordar todo de golpe, es más efectivo plantearse metas parciales que puedan cumplirse en plazos más cortos. Estos pequeños avances ayudan a mantener la motivación alta y evitan la sensación de estancamiento.

Mejor un solo objetivo a la vez

Asimismo, el doctor Fernández enfatiza la importancia de no ser demasiado duros con uno mismo cuando un día no se cumple el objetivo. “Saber perdonarse es esencial. Todos tenemos días malos, pero lo importante es no rendirse, analizar qué ha sucedido, aprender de ese fallo y empezar de nuevo”, comenta.

Es habitual que, al comenzar el año, nos planteemos varias metas a la vez: perder peso, hacer más ejercicio, aprender un nuevo idioma, leer más libros… Sin embargo, el doctor Fernández aconseja centrarse en un solo propósito antes de pasar al siguiente. “Lo más efectivo es trabajar en un único objetivo hasta conseguirlo. Cuando hayas alcanzado esa meta, entonces puedes comenzar con el siguiente”, señala.

      
             
      

En cuanto al momento ideal para empezar a trabajar en los propósitos, el psicólogo recomienda hacerlo a primera hora del día. Esto se debe a que, a lo largo de la jornada, suelen surgir imprevistos y distracciones que dificultan la consecución de nuestras metas. Por ello, es más eficaz aprovechar las primeras horas del día, cuando nuestra energía está más fresca y la capacidad de concentración más alta.

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Libreta para escribir propósitos de año nuevo

En última instancia, la motivación es el factor determinante para conseguir cualquier propósito. Para mantenerla viva, es importante que los objetivos sean algo que realmente deseamos. “Debemos elegir metas que nos apasionen, que tengamos ganas de alcanzar con todo nuestro ser. La motivación se alimenta de este deseo genuino”, asegura Fernández.

La clave está en la paciencia y el disfrute

Disfrutar del proceso es igualmente crucial. El psicólogo recuerda que el esfuerzo por lograr una meta debe ir acompañado de la satisfacción de avanzar, por pequeña que sea la mejora. “Cuando disfrutamos de lo que estamos haciendo, nuestro cerebro libera dopamina, la hormona de la recompensa. Este refuerzo positivo nos impulsa a continuar”, afirma.

      
             
      

A la hora de abordar los propósitos de Año Nuevo, la clave está en el equilibrio: plantear objetivos alcanzables, dividirlos en pequeñas etapas, ser indulgentes con los fallos y disfrutar del proceso. La inmediatez no debe ser la guía. Si sientes que has caído en la trampa de querer resultados rápidos, recuerda que el camino hacia el cambio personal es gradual. El doctor Darío Fernández lo resume perfectamente: “No se trata de alcanzar todo de inmediato, sino de disfrutar el proceso y aprender de los errores para seguir creciendo”.