Psicólogos alertan del efecto que tiene en los hijos la figura del padre ausente: "Aprenden que es un modelo de relación"

La figura del padre desempeña un papel crucial en el desarrollo emocional y psicológico de los niños. Su influencia en la construcción de la identidad, la autoestima y la forma en que los hijos se relacionan con el mundo es incuestionable. Sin embargo, cuando esta figura está ausente, sea por razones físicas, emocionales o sociales, las repercusiones en los pequeños pueden ser profundas y duraderas. Los psicólogos alertan que el impacto de un padre ausente es mucho mayor de lo que a veces se percibe, ya que los niños "son como esponjas", absorbiendo los modelos de relación que tienen a su alrededor.

La importancia de un padre presente

En una reciente entrevista en el programa Poniendo las Calles de Carlos Moreno 'El Pulpo', la psicóloga Macu Gortázar Ibáñez de la Cadiniere destacó la relevancia de la figura paterna en el bienestar emocional de los hijos. Gortázar subrayó que, "todos los seres humanos hemos tenido un padre, ya sea biológico o una figura que cumpla ese rol", y que esta presencia es esencial para el desarrollo emocional de los niños.

Al final, los padres tienen una serie de características que complementan la parte emocional que suele estar más ligada a la figura materna"

Macu Gortázar Ibáñez de la Cadiniere

Psicóloga de Poniendo las Calles

Cuando el padre está presente, ofrece una estructura emocional que complementa la de la madre. "Al final, los padres tienen una serie de características que complementan la parte emocional que suele estar más ligada a la figura materna", explicó Gortázar. Esta complementariedad no solo favorece el desarrollo equilibrado del niño, sino que también proporciona una estabilidad necesaria para enfrentar los retos emocionales que surgirán en la vida adulta.

Un modelo de relación incompleto

La ausencia de esta figura, sin importar la causa, puede dejar una huella profunda. Según Gortázar, los niños que crecen sin un padre presente, "tienden a buscar en otras personas lo que no han recibido en casa". En este sentido, la ausencia de la figura paterna puede generar vacíos emocionales que los niños intentarán llenar a lo largo de su vida, a veces de forma inconsciente. "Los niños son como esponjas", recordó la psicóloga, señalando que adoptan los patrones de comportamiento que observan en su entorno.

Además, la psicóloga advierte que las repercusiones no se limitan a la infancia. La ausencia de un modelo masculino puede influir en la capacidad de los niños para relacionarse con otras personas en la edad adulta. Por ejemplo, en el caso de las mujeres que crecen sin una figura paterna, Gortázar comentó que pueden experimentar dificultades a la hora de interactuar con los hombres, ya que no han aprendido a establecer relaciones saludables con ellos desde temprana edad. "Las niñas que no tienen una figura paterna, en algunos casos, desarrollan una relación conflictiva con los hombres en su vida adulta", explicó.

El impacto no es exclusivo de las niñas, los niños también sufren cuando la figura paterna está ausente. La psicóloga señaló que los chicos, sin una guía paterna, pueden desarrollar dificultades para gestionar sus emociones y afrontar situaciones de frustración. "Muchos hombres crecen sin un modelo de relación masculino que les enseñe cómo manejar la frustración o las emociones de forma adecuada", dijo Gortázar, añadiendo que esto puede generar patrones poco saludables en sus relaciones futuras.

Relación saludable

Cuando la figura paterna es ausente o está marcada por características negativas, los niños pueden aprender patrones de relación insanos. Gortázar advirtió que si un niño experimenta abusos o gritos por parte de sus padres, aprenderá que esa es una forma válida de relación. "Si un padre grita a su hijo, el niño aprenderá que el gritar es una forma de relación aceptable", afirmó. Este patrón puede trasladarse a sus relaciones interpersonales en el futuro, ya sea con parejas, amigos o compañeros de trabajo.

Sin embargo, los expertos también recalcan que, aunque la ausencia de la figura paterna puede dejar secuelas, nunca es tarde para corregir el impacto emocional. Gortázar aseguró que "siempre estamos a tiempo de reflexionar y cambiar", enfatizando la importancia de reconocer los errores y actuar en consecuencia. "La figura del padre debe ser coherente con los límites que establece, siendo firme pero sin caer en la agresividad", señaló. Este tipo de padre, que es capaz de reconocer sus propios errores y de involucrarse activamente en la vida de sus hijos, proporciona un modelo de relación saludable y estable.

La influencia de un padre presente y positivo es fundamental para el bienestar emocional de los niños. La figura paterna no solo contribuye a la construcción de la identidad de los hijos, sino que también les enseña a relacionarse de forma adecuada con los demás. En cambio, cuando esta figura falta, ya sea por ausencia física o emocional, los niños pueden crecer con una visión distorsionada de las relaciones interpersonales. El impacto de un padre ausente va más allá de la infancia, afectando a las relaciones en la vida adulta.

Es crucial que los padres comprendan la importancia de su papel y su influencia, no solo para el bienestar emocional de sus hijos, sino para la salud mental y el desarrollo de modelos de relación adecuados. Como destacó Gortázar, los niños aprenden observando, y el modelo que los padres ofrecen será la base de las relaciones que construirán en su futuro.