El pueblo de La Rioja donde se comen los mejores huevos fritos trufados con patatas: a 35 minutos de Logroño

Pedro Madera recomienda a Carlos Moreno 'El Pulpo' el lugar de España que le viene a la memoria cuando piensa en este simple plato de cocina que es considerado un manjar

José Manuel Nieto

Publicado el

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En la rica y variada gastronomía española, hay platos que, aunque sencillos, se convierten en auténticos manjares. Este es el caso de los huevos fritos trufados con patatas, un plato que, según el conocido experto en gastronomía Pedro Madera, se encuentra en un pequeño rincón de La Rioja: Soto en Cameros, un encantador pueblo situado a tan solo 35 minutos de Logroño.

Durante una conversación en Poniendo las Calles, Madera compartió su entusiasmo por la trufa negra, un producto que, aunque puede parecer modesto en su forma, transforma cualquier plato en una experiencia sublime. Hablando sobre la trufa, Madera comentó cómo este ingrediente, que suele recolectarse de forma artesanal, tiene un impacto profundo en la gastronomía.

La trufa es uno de esos elementos que, cuando se presenta en la mesa, no solo embellece el plato, sino que también despierta recuerdos y emociones culinarias. En Soto en Cameros, los huevos fritos trufados con patatas son un ejemplo perfecto de cómo un plato simple puede elevarse a la categoría de exquisitez.

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Pueblo de Soto en Cameros en la provincia de La Rioja, España

Madera describe el "golpe de olor" que produce la trufa al unirse con los huevos y las patatas fritas, creando una combinación que, en sus palabras, "te queda en el cerebro". Este tipo de memoria gustativa es lo que hace que la gastronomía sea tan especial: no se trata solo de sabores, sino de momentos y recuerdos que se entrelazan con lo que comemos.

El pueblo de La Rioja

La trufa negra, que se cultiva y recolecta en diversas regiones de España, ha cobrado un protagonismo notable en la gastronomía nacional. Madera destacó que España es un gran productor de trufa, superando incluso a países como Italia y Francia en la producción de trufa negra.

Este auge no solo ha beneficiado a la economía local, sino que también ha fomentado un turismo gastronómico que pone en valor la riqueza de los productos autóctonos. La relación entre la trufa y el turismo se ha vuelto simbiótica: mientras más gente se interesa por la trufa, más se fomenta la producción y la búsqueda de estos tesoros en la tierra.

      
             
      

Uno de los aspectos más fascinantes de la trufa es su naturaleza caprichosa. Su cultivo requiere un entorno específico, que incluye una altitud y un nivel de humedad adecuados. Esto convierte la búsqueda de trufas en una actividad casi mágica, donde la recolección se lleva a cabo en un paisaje que parece salido de un cuento.

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Pueblo de Soto en Cameros en la provincia de La Rioja, España

La labor de los “truficultores”, como los llama Madera, es esencial para la preservación de esta tradición. En el contexto de Soto en Cameros, la sencillez de los huevos fritos se convierte en una experiencia memorable gracias a la calidad de los ingredientes, destacando la trufa local.

Los mejores huevos fritos trufados

Esta localidad, aunque pequeña y menos conocida que otras regiones, ofrece un refugio para los amantes de la buena comida. Aquí, el foco está en la autenticidad y el sabor, donde los ingredientes frescos y de calidad brillan por sí mismos. Así que, si alguna vez se encuentra cerca de Logroño, no dude en hacer una parada en Soto en Cameros.

      
             
      

Además, la historia detrás de este plato en Soto en Cameros es un recordatorio de cómo la gastronomía puede conectar a las personas con su entorno. Cada bocado de huevos fritos trufados no solo satisface el paladar, sino que también invita a explorar la belleza del paisaje riojano, donde la naturaleza y la tradición se entrelazan.