Lágrimas de emoción con la salida del Cristo de las Tres Caídas: "Ya tenemos al Rey de Triana en la calle"
La calle Pureza, a rebosar, ha roto en aplausos con una emoción desbordada al ver su Cristo ya en la calle
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La calle Pureza ha sido escenario de una de las salidas más emocionantes de la noche, la del Cristo de las Tres Caídas de la Esperanza de Triana, un caballo en Triana señalando el camino al señor guiado por los capataces Paco y Emilio Ceballos, que hemos visto salir a la calle en el programa especial de COPE 'La Madrugá', dirigido por Carlos Herrera,
"Despacito, con mimo", indicaban a los costaleros, que se aceraban al dintel de la puerta, "a la derecha atrás, a la izquierda alante", iban ordenando los hermanos a los costaleros que conducen el primero de los pasos de la Hermandad de la Esperanza de Triana.
La calle, a rebosar, ha roto en aplausos con una emoción desbordada al ver su Cristo ya en la calle. La banda del Cristo lo acompaña y pone música a este momento tan emotivo. Se trata de un paso con una forma muy peculiar de caminar. Triana en sí mismo tiene una forma especial, muchas maneras de jugar con la cintura, alargar un pie u otro, incluso el paso a veces da algún pasito para atrás.
Ha comenzado a recorrer los primeros metros de la calle Pureza, en dirección a la calle Triana, con una zancada valiente, pronunciada y se ha detenido a las puertas de la capilla de los Marineros. En ese momento han aprovechado para colocar el travesaño de la cruz, que se retira para poder salir del templo. El Cristo lleva una túnica nueva, bordada en el taller de Jesús Rosado, en Écija, bajo la orden de Javier Sánchez de los Reyes, hermano de la Hermandad.
Aquí se ha vivido uno de los momentos de mayor emoción: la banda del Cristo ha dedicado una Salve a la Virgen de la Esperanza, compuesta por Julio Pardo. Los músicos se han girado hacia la Virgen en una preciosa despedida antes de abandonar el templo, como ha narrado Carlos Herrera en el programa especial de COPE.
Antes de continuar el paso hemos podido escuchar las indicaciones a los costaleros: "Escuchadme ahí abajo. Después de dos años, de todo lo que hemos pasado, por fin ya tenemos al Rey de Triana en la calle. Esta levantá va por todos ustedes y por vuestros capataces, y ronead con el como vosotros sabéis. al cielo con el Rey de Triana".
Los capataces se han fundido en un abrazo delante del paso, la calle se ha llenado de vítores y se ha reanudado la marcha con una peculiar coreografía, con el izquierdo por delante. No cabe nadie más en los balcones de la calle y hay muchas lágrimas de emoción en el público, incluso personas que estiran sus brazos para rozar los respiraderos.