¿En qué consiste el Misterio de la Santísima Trinidad que se celebra este domingo?
El periodista y sacerdote, Josetxo Vera, ahonda en 'Siempre aprendiendo' en el Misterio de la Trinidad. ¿Hablamos de tres personas distintas?
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En el podcast 'Siempre aprendiendo' de esta semana, el periodista y sacerdote Josetxo Vera ahonda en la figura de la Trinidad. ¿Son tres personas distintas? ¿En qué consiste su misterio? Para empezar, tenemos que tener claro que si bien es cierto que cuando tenemos 1 pera + 1 pera + 1 pera, la respuesta es que tenemos tres peras. Si en cambio tenemos 1 pera + 1 manzana + 1 naranja, diremos que tengo tres piezas de fruta.
Es una realidad lógica que siempre aplicamos pero, ojo, porque no todo es siempre lo que parece. Y esto se da cuando nos referimos a Dios. Cuando nos referimos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, no estamos hablando de tres personas diferentes, porque los tres constituyen al único Dios. Nos estamos refiriendo al Misterio de la Trinidad, que se celebra este domingo, y se trata del misterio central de la vida cristiana. La convicción plena de que hay un único Dios, y que en Él hay tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
No es una divinidad que se parte en tres caras, porque los tres son Dios. Los grandes santos a lo largo de la historia de la Iglesia sostienen que no se puede llegar mucho más allá de esta idea. Son personas coiguales, increadas, omnipotentes... y con cada una de esas tres personas, los cristianos mantienen una relación personal con el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo.
Es verdad que en esta Trinidad de personas existe una diferencia: y es que el Padre tiene paternidad, a diferencia del Hijo. Por su parte el Espíritu Santo es la relación de amor entre ambos.
¿De dónde surge esta convicción de que en Dios hay tres personas?
No son fruto de la brillantez de alguien, es una revelación de Dios. Se ha revelado como el único Dios y una Trinidad de personas. De ahí encontramos esa Fe. Es el Hijo, Jesucristo cuando se hace hombre, quien nos revela que hay un Padre y un Espíritu Santo. Cuando Jesús es bautizado en el Río Jordán por Juan el Bautista, de repente se oyó una voz del Cielo diciendo “Este es mi hijo, el amado”.
Jesús revela que hay un padre mío y vuestro. Y también hace referencia al Espíritu Santo. De aquí proviene la Trinidad, que no brota de la inteligencia humana.
¿Cómo fue cuajando esta idea en la historia de la Iglesia?
Va siendo consciente de ello cuando lee las Escrituras, el Evangelio, y la va formulando a lo largo de los siglos. El primero que lo asegura es uno de los fundadores de la Iglesia, Tertuliano, en el siglo III. También se fue elaborando mediante los Concilios, que son reuniones entre obispos cuando tienen que estudiar un tema en profundidad y extraer de ella una enseñanza. En los primeros siglos se celebraron varios para determinar cuál era la Fe de la Iglesia en este asunto. En el año 325 celebraron en Nicea un Concilio donde definen que el Padre y el Hijo son de la misma sustancia, de la misma naturaleza.
Del Espíritu Santo no se habló hasta que en el año 381 se celebró el Concilio de Constantinopla. Fue cuando se comentó que procede del Padre y que recibe de Él y del Hijo la misma adoración y gloria. Es Dios por tanto. Con el tiempo se añadió que procede del Padre y también del Hijo, pero fue ya en torno al siglo XI.
Aquello supuso la ruptura de la Iglesia Ortodoxa, ya que no aceptaban que el Espíritu Santo procediera del Hijo. Fue un problema de comprensión. Mil años después, aún se mantiene esa ruptura, pero este punto está más aclarado, y la separación de los ortodoxos ya viene dada por otras cuestiones.
¿Cómo actúa la Trinidad?
Actúa de manera conjunta. La acción de Dios es común, sin embargo, es una acción al tiempo personal. Es un misterio. En el Antiguo Testamento el protagonista es el Padre, como creador de todo. Ya en el Nuevo Testamento la acción es del Hijo, al ser quien salva. En el tiempo de la Iglesia, es el Espíritu Santo el protagonista de la acción. Pero en los tres casos hablamos de Dios.
¿En qué se nota la Trinidad?
Por ejemplo, cuando Jesús dice que hay que bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pero en la vida de la Iglesia hay muchas realidades que son siempre en el nombre de la Trinidad, que está constantemente presente. Hay lugares donde la Trinidad está muy presente en la devoción popular, como en las ermitas dedicadas a ella.