El gesto del párroco de Catarroja al volver a la iglesia después de las inundaciones que no ha pasado desapercibido: "Consuelo"
José Vicente Alberola ha comentado en 'Herrera en COPE' la realidad del pueblo nueve días después de la DANA y pide a la sociedad organizar las donaciones: "No tenemos muchos almacenes habilitados"
Publicado el
3 min lectura
El agua todavía cubre hasta las rodillas en algunos puntos de Catarroja, uno de los municipios más afectados por la DANA. Nueve días después los vecinos y voluntarios trabajan a destajo para extraer barro y agua. Quedan semanas duras por delante.
Entre los voluntarios te encuentras de todo, incluido vehículos de la policía local de Madrid que se han desplazado hasta el municipio valenciano para arrimar el hombro. Si caminas por las calles de Catarroja te encuentras con las parroquias del pueblo, que quedaron arrasadas por la DANA.
Su párroco es José Vicente Alberola, quien desde el martes 29 de octubre destina todos sus esfuerzos en recuperar las iglesias de María Madre y Nuestra Señora del Pilar junto a los voluntarios, muchos de ellos jóvenes procedentes de diferentes grupos parroquiales.
“El agua pasó con mucha fuerza, casi a tres metros subió el agua y con mucha fuerza, entró y arrasó con todo. Quedó todo destrozado”, ha explicado el sacerdote en 'Herrera en COPE'. La peor parte se la llevó la parroquia de la Virgen del Pilar, donde el agua rompió los cristales y tanto la imagen mariana, titular del templo, como el Cristo fueron arrastradas por la riada. En el caso de María Madre las imágenes o los bancos se han podido salvar.
La parroquia de María Madre de Catarroja, un espacio de oración y de recogida de alimentos
Un día después de la catástrofe natural, José Vicente Alberola pudo acceder con un grupo de voluntarios al interior de la parroquia de María Madre para proceder a las tareas de limpieza y habilitar en su interior, desde el pasado jueves, un punto de atención para repartir comida, material, agua o productos de primera necesidad para quienes lo han perdido todo.
“Vienen unos cincuenta jóvenes, muchos de ellos de Catarroja. Estamos desde las ocho de la mañana y hasta las seis de la tarde cuando se va el sol”, ha precisado.
No solo se ha convertido el templo María Madre en un almacén, también se ha convertido en un espacio de consuelo, ya que la Virgen Milagrosa se ha trasladado a la puerta de la iglesia: “El domingo hicimos la Eucaristía para la gente en la calle, ya que el templo y la capilla están de almacén. La gente, a parte de pedir lo que necesita, también hace su oración a la Virgen y tienen un consuelo”, ha explicado José Vicente Alberola a Alberto Herrera, que se encuentra en Catarroja.
Y es que como recalca el párroco de la localidad, es momento de estar más cerca ce Dios: “El Señor nos tiene que iluminar en momentos difíciles, consolar y ayudarnos a vivir los designios de Dios”.
El llamamiento del párroco de Catarroja ante la saturación de materiales
Pasear por las calles de Catarroja a día de hoy es sinónimo de barro, pero en algunas esquinas se pueden ver botellas de agua, cajas con materiales de limpieza o toallitas. El boom de solidaridad ha desbordado el pueblo, incapaz en estos momentos de gestionar la llegada de camiones y furgonetas con donaciones procedente de toda España.
De ahí que José Vicente Alberola haya hecho un llamamiento a una ayuda escalonada y organizada: “El problema es que no tenemos muchos almacenes habilitados y tenemos de todo, comida, agua... Hay algunas furgonetas dejándolos por la calle porque no podemos gestionarlo. La llamada sería que ahora no traigan nada, esto va para largo, para meses, y habrá oportunidad de traer ayuda. Es importante organizar esto y no vengan furgonetas o camiones sin avisar porque están en la calle”, ha explicado el sacerdote.
Cuestionado si cree que esa ayuda será constante en los próximos meses, José Vicente Alberola se muestra confiado: “El boom es ahora y luego habrá que ir recordándolo porque se olvida rápidamente, pero creo que sí habrá ayudas. Lo importante es que la gente sepa que esto va para largo, que no se precipiten”, ha recalcado.