La Iglesia reclama a la política proteger la vida de los débiles para evitar "una sociedad abocada al fracaso"
El matrimonio, la familia y la apuesta por la vida ha estado presente en la inauguración de la Asamblea Plenaria: " Un buen modelo social debe tener como prioridad a la familia"
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El matrimonio, la familia y la apuesta por la vida son tres elementos que han tenido su cuota de protagonismo en el discurso inaugural de esta Asamblea Plenaria del presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella.
Y es que como ha recalcado el purpurado, la CEE ha impulsado iniciativas que sitúan a las familias en el centro, como fue la Semana del matrimonio' el pasado mes de febrero, que permitió a la Iglesia “proponer y celebrar el gran bien que es el matrimonio para la humanidad. La Iglesia desea presentar la belleza del matrimonio, de la unión fiel y definitiva entre un hombre y una mujer abiertos a la vida. Que la Iglesia celebre el matrimonio es una auténtica profecía para el mundo”, ha manifestado el presidente del episcopado español.
Al hilo de ello, el arzobispo de Barcelona ha hecho una apuesta firme por la familia como “célula vital de la sociedad, titular de derechos propios y originarios, que ocupa el centro de la vida social. La familia es la cuna de la vida y del amor donde nacemos y crecemos. Por ello, se ha de afirmar la prioridad de la familia como primera forma de sociedad respecto al resto de instituciones sociales y también del Estado”, ha expresado .
Así las cosas, argumenta que la familia no está “en función de la sociedad y del Estado, sino que la sociedad y el Estado están al servicio de la familia para que pueda llevar a cabo la misión propia de educar a los hijos. Un buen modelo social que busque el bien del ser humano debe tener como prioridad a la familia. Desatender a las familias sin ofrecerles las ayudas necesarias es un ataque a la futura sociedad”, subraya.
Por último, Omella ha puesto en el centro el valor de la vida, que se gesta en el seno de la familia. En este punto, ha reivindicado la importancia de “desarrollarse en plenitud y morir con amor y dignidad”, y critica a aquellas sociedades que no protegen la vida, ya que estas están “abocadas al fracaso y a la barbarie”.
De esta manera, insta a la sociedad y a la clase política a proteger la vida de todos frente a la “debilidad, la vulnerabilidad, la dependencia y la precariedad del ser humano”.