Así era el rostro original de Santa Teresa de Jesús: “Fue una mujer enferma, pero nunca enfermiza”
Tras un estudio de todos sus restos mortales, realizado por la Victorian Institute of Forensic Medicine de Australia, se ha conocido cómo era la santa con un detalle del cien por cien
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este viernes 28 de marzo se ha conocido el rostro original de Santa Teresa de Jesús, coincidiendo con el día de su nacimiento en 1515, tras un estudio de todos sus restos mortales que ha realizado la universidad australiana Victorian Institute of Forensic Medicine. Se han conocido detalles como el color de su cabello, su estatura, los múltiples problemas de salud que sufría fruto de la edad y sus hábitos y, por supuesto, cómo era su cara con un detalle casi exacto.
El objetivo de este estudio, según la Orden del Carmelo Descalzo, que son quienes custodian los restos de la santa, es ofrecer un mayor conocimiento de Santa Teresa de Jesús para enriquecernos todos con el ejemplo de su vida, a la vez que invocamos su intercesión.
Precisamente, los restos mortales de Santa Teresa de Jesús que se encuentran en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, en Alba de Tormes (Salamanca), estarán expuestos a la vista del público del 11 al 25 de mayo. Será la primera vez que se puedan ver fuera de la urna de plata que los guarda en 111 años.
EL ESTUDIO DE LOS RESTOS MORTALES
El reconocimiento canónico de Santa Teresa de Jesús ha sido dirigido por el antropólogo italiano Luigi Capasso, profesor de Antropología Médica en la Universidad 'Gabriele D´Annunzio' (Italia), quien ya había realizado cerca de cuarenta proyectos como este.
Lo ha hecho después de examinar todos los restos mortales, que se conservan en lugares diferentes: el cuerpo, en una urna de plata, así como el brazo izquierdo y el corazón, en dos relicarios separados, se encuentran en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, en Alba de Tormes (Salamanca); en el Convento de la Merced, de las Madres Carmelitas Descalzas de Ronda (Málaga) se conserva la mano izquierda; y en la iglesia de Santa Maria della Scala, en Roma, se conserva el pie derecho.
El 28 de agosto de 2024 se abrió el sepulcro de la santa, que había permanecido cerrado los últimos 110 años
“Con este trabajo se reconstruye la parte de la historia que guarda la biología de la persona de Santa Teresa de Jesús, una historia absolutamente extraordinaria”, ha indicado el profesor Capasso, tras un estudio que ha podido comprobar la falta de salud que padecía la santa. Luigi Capasso ha contado con la colaboración del también antropólogo italiano Ruggero D´Anastasio, de la Universidad 'Gabriele D´Annunzio', y los doctores Iacopo Cilli y Arianna de Felice.
Así era Santa Teresa de Jesús
El prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes, Miguel Ángel González, ha explicado con todo detalle la síntesis del informe elaborado por los antropólogos médicos, en la que aseguran que “todas las reliquias de Santa Teresa de Jesús se encuentran momificadas y en un extraordinario estado de conservación”.
El cuero cabelludo que conserva su cráneo, ha permitido saber que tenía el cabello de color castaño. También se ha podido conocer que tenía los ojos de color oscuro y que aún se mantiene su musculatura mímica facial relajada que “todavía transmite la sensación de serenidad con la que la santa afrontó el momento de su muerte”, asegura el prior.
Representación pictórica de Santa Teresa de Jesús expuesta en el Museo del Prado (Madrid)
El cuerpo y las reliquias del corazón y del brazo han permitido afirmar que se trata de los restos de una mujer con una estructura esquelética pequeña. La estatura de Santa Teresa de Jesús era de casi 1,57 centímetros. Además, en la columna vertebral y la curvatura del cuello y del tronco se observa que la santa tenía una apariencia inclinada hacia adelante, con la cabeza inclinada hacia abajo, lo que le obligaba a una posición forzada que le impedía también respirar adecuadamente.
“Se habla de que tenía artrosis en las dos rodillas, más grave en la rodilla izquierda que en la derecha. También padecía fascitis plantar, que le produciría dolor y dificultad para apoyar el pie izquierdo en el suelo”, explica Miguel Ángel González. “Se nos indica también que perdió la mayoría de sus dientes durante su vida, además de tener muy deteriorada la salud de la boca”, detalla.