El Congreso aprueba el primer trámite para abolir la prostitución: "Este debate es una buena noticia"

Maria Francisca Sánchez, directora del departamento de Trata de la CEE explica a ECCLESIA que la Iglesia trabaja "para defender la libertad, dignidad y cambio social"

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Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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La prostitución en nuestro país está en un marco de alegalidad, y su debate es una buena noticia pensando, sobre todo, en las mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución”. Así lo ha explicado Maria Francisca Sánchez, directora de la subcomisión episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana y del departamento de Trata.

La prostitución es una actividad alegal en España y, por ello, apenas hay datos sobre cuántas mujeres la ejercen, ni en cuántos prostíbulos o pisos, cuántos hombres acuden a ellos y exactamente cuánto dinero mueve. Pese a ello, la industria del sexo española es, sin duda, una de las más importantes del mundo.

Endurecer las penas

Ante este panorama, el Congreso admita a trámite la propuesta para endurecer la persecución del proxenetismo. La norma, que fue registrada por los socialistas, ha salido adelante con 232 votos a favor, 38 en contra y 69 abstenciones.

“De momento no conocemos los pormenores de esta propuesta de ley, tan pronto como nos sea posible la estudiaremos detenidamente. A día de hoy, no podemos hacer una valoración, pero, lo que tenemos muy claro es que nuestra misión como creyentes, desde los principios del Evangelio, es evitar el daño a toda persona, defender la libertad, la dignidad y trabajar por la justicia y el cambio social”, explica la directora a ECCLESIA, que ha querido recordar que “la Trata de personas en su mayoría es para la explotación sexual y la prostitución”.

El Papa Francisco: la prostitución "es torturar a la mujer"

Además, en relación a la prostitución, también ha destacado las palabras que el Papa Francisco les decía a los jóvenes el 19 de marzo de 2018 “es torturar a una mujer. No confundamos los términos. Esto es criminal (...) Y quiero (…) pedir perdón a vosotros y a la sociedad, por todos los católicos que cometen este crimen”.

"Si un joven tiene esta costumbre, que lo deje. Es un criminal. Puede decir que va para hacer el amor, pero esto no es hacer el amor. Es torturar a una mujer. Es una mente que está enferma", determinó en las reuniones de trabajo pre-sinodales en el Pontificio Colegio Maria Mater Ecclesia de Roma junto a más de 300 jóvenes de todos los países del mundo.

Vulneración de derechos humanos

La propuesta que se ha aprobado este martes 7 de junio recoge la modificación del artículo 187 del Código Penal para que "castigue de forma general el proxenetismo, sin exigir relación de explotación".

Con este cambio, se impondrá un castigo de prisión de 3 a 6 años y multa de 18 a 24 meses a quien, empleando violencia, intimidación, o abusando de una situación de superioridad, o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima, determine a una persona a ejercer o mantenerse en la prostitución.

Esta proposición de ley también recupera la tercería locativa que pena a aquellos que, con ánimo de lucro y de forma habitual, cedan bienes inmuebles o local para favorecer el ejercicio de la prostitución. Es decir, a los dueños de los clubes, locales y pisos donde las mujeres ejercen esta práctica. Además, se multará a los clientes de la prostitución. Según recoge el texto en su exposición de motivos, "las personas que recurren a las mujeres en situación de prostitución participan directamente del entramado que sostiene esta grave vulneración de los derechos humanos".