El COVID-19 azota a la parroquia San Pedro Regalado en Madrid: "Una señora me decía que solo le quedaba robar"
Un equipo de voluntarios trabaja en la parroquia para atender la logística de la entrega de los alimentos
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Todos los segundos lunes de mes, en la parroquia San Pedro Regalado, en Vallecas, se entregan 10.000 kilos de alimentos a familias necesitadas del barrio dentro de la Misión Panal. Se trata de una de sus líneas de caridad cuyo origen explica el párroco, Wooby Orestes Jaques: «En la Biblia, el panal es un símbolo de ternura, acogida y cariño. Y esto es la misión, devolver humanidad, consuelo y ternura a las personas necesitadas, porque la acción caritativa es una manifestación real del amor concreto a los demás». Un equipo de voluntarios, muchos de los cuales fueron en su origen beneficiarios de la misión, trabaja en la parroquia para atender la logística de la entrega de los alimentos.
Pero el coronavirus lo cambió todo. Hace quince días, el padre Wooby decidió, por prudencia, «ya que pensábamos que no iban a tener mascarillas y guantes como protección, no convocar a los voluntarios para el reparto de este mes», que se iba a realizar el Lunes de Pascua. Y a su vez, envió una carta pidiendo ayuda a las autoridades: al Ayuntamiento de Madrid «porque uno de los asesores del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, es amigo de la parroquia», a los bomberos y al concejal de distrito. «Mi sorpresa fue que contestaron todos» y que allí se presentaron el lunes, dispuestos a ayudar, «el alcalde hasta con zapatillas de deporte, y el concejal, que estuvo desde las 12:00 hasta las 16:00 horas colaborando en el reparto del azúcar».
Ayuda que sirvió de mucho
Una ayuda que fue como agua de mayo para una parroquia en la que la crisis del coronavirus ha impactado de lleno. Como señala el párroco, «atendemos ahora mismo a 300 familias, muchas más de las habituales. Hemos repartido entre más personas lo que ya era poco, porque de los 10.000 kilos, este lunes entregamos 7.000 por las dificultades con las que se está encontrando también el Banco de Alimentos». Menos recursos para más personas: «¿Cómo va a sobrevivir una familia, como tenemos, de once miembros en una casa con tres litros de leche al mes? Son familias que no estaban preparadas para comer todos los días todos en casa, que se las arreglaban para los fines de semana porque entre semana los niños estaban en el colegio».
«Me preocupa el después»
El teléfono de la parroquia San Pedro Regalado de Vallecas aparece el primero en el listado que los Servicios Sociales del distrito distribuyeron para atención de las necesidades, «y me llama muchísima gente, incluso de madrugada». El padre Wooby, nacido en Puerto Príncipe (Haití) pero con 25 años ya de residencia en España y ordenado en la catedral de la Almudena, no oculta su preocupación «por el después»: «Aquí estamos en el eslabón más bajo de la cadena, la crisis recae con más fuerza en esta gente. El otro día una señora me decía que solo le quedaba robar. Nos vienen personas con unos cuadros que se te parte el alma».
Por eso, el párroco ha iniciado una campaña para visibilizar esta situación y solicita, en primer lugar, voluntarios para el reparto, porque «el español es muy solidario, y tenemos que dar la oportunidad a los jóvenes de que ayuden; ellos quieren pero muchas veces no saben cómo». En segundo lugar, alimentos: «El otro día un amigo me donó ¡1.500 huevos!, otro yogures, también carne, pescado… Así vamos completando la cesta». Y, por último, dinero, para lo que hay una cuenta bancaria disponible: «La gente necesita liquidez, porque eso les dignifica. El poder ir ellos a hacer la compra les hace sentirse válidos, útiles y, en cierta manera, les infunde esperanza».
Se puede colaborar a través de sanpedroregalado@archimadrid.es.