Donó un riñón a su hermano: «Es lo más bonito que he vivido»

Ana Medina presenta a Irene Pozo esta semana la conmovedora historia vivida por Sergio Pablo, un joven salmantino que no dudó en ayudar a su hermano mayor a salir adelante de su enfermedad. Sergio es de la parroquia del Milagro de San José y tiene 28 años. Donó un riñón a su hermano, a pesar de que eso le hiciera tener que renunciar a sus planes de vida, ya que en ese momento estaba preparándose para ser policía nacional, algo de lo que le excluía la intervención por cuestiones médicas.

Hubo un momento crucial a la hora de tomar la decisión, cuando conoció el servicio de diálisis del hospital y se percató de la cruz que estaba llevando su hermano. En ese momento decidió que no podía dejarle llevarla solo. «Nunca es fácil discernir algo así. Cuando acudí y vi a la gente que estaba allí, ser consciente del problema que supone depender de una máquina, te hacía notar la cruz que llevaban. Yo podía ayudar a mi hermano a que no cargase con ella, aunque siempre tenga una enfermedad, yo podía intentar paliar el mayor daño posible a mi hermano», explica.

Una experiencia muy fuerte, muy vivida

Este proceso le ha dado luz en su vida de fe: «Ahora relativizo mucho, fue una experiencia muy fuerte, muy vivida. Nada puede igualarse a esto. Con todo esto, creo que he logrado una mayor madurez en mi fe. El de arriba te acompaña siempre». El programa Ecclesia ha ofrecido a sus espectadores la particular experiencia de Cireneo de Sergio, que demuestra que es posible ayudar a llevar la cruz a quienes tenemos al lado.