José Cobo pide a los jueces no olvidar "los dramas y los rostros" que hay detrás de cada instrucción
El arzobispo de Madrid ha presidido la Eucaristía de apertura del año judicial, en la que ha pedido a los jueces "proteger a los vulnerables" y "no perpetuar la deshumanización"
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El arzobispo de Madrid, José Cobo, ha asegurado que la justicia “tiene que ser la respuesta de la sociedad organizada, a través de un poder judicial independiente”, a tantos gritos de tanta gente “con tantas heridas”. En estos términos se ha expresado ante los jueces que han acudido este jueves, 7 de septiembre, a la parroquia de Santa Bárbara para celebrar la Misa con motivo de la apertura del año judicial.
Durante la homilía, José Cobo ha invitado a los presentes a acoger el clamor·para que en verdad rija el derecho”, para que “no se perpetúe la deshumanización”, para “proteger a los vulnerables”, esos que en la Biblia se condensan “en el huérfano, la viuda y el extranjero”.
En este sentido, el arzobispo de Madrid ha invitado también a los jueces a “no olvidar los dramas y los rostros que hay detrás de cada pliego de instrucción”, así como a orar siguiendo los ánimos del apóstol Pablo, que esta es “la mejor forma de empezar el año”, y les ha asegurado que “donde estáis vosotros, que sois creyentes, está también toda la Iglesia”.
“Dios, el único juez universal, invita a los magistrados a poner la justicia en sus brazos por medio de vuestro trabajo”, ha continuado esgrimiendo Cobo.
Asimismo, el arzobispo de Madrid ha recordado la llamada a ser “instrumentos de la justicia que viene del corazón de Dios”. Una justicia “que tiene mucho que ver con la misericordia”. Como decía santo Tomás, ha citado, “solo la misericordia permite a la justicia alcanzar la plenitud”. Con la misericordia, ha resumido, “la justicia se humaniza”.
Cobo, que será creado cardenal el próximo 30 de septiembre en el Vaticano, ha reconocido que en los juzgados hay dolor y se ve, también, “lo menos bueno de la condición humana”, por lo que ha expresado el apoyo de la Iglesia a los jueces “para no perder el norte del Evangelio en los momentos de dificultad” y para “poner vuestros trabajos detrás de Jesús, que coge la cruz, sabiendo que Él va por delante”, ha añadido.
Antiguo convento de las salesas
La celebración religiosa ha precedido al acto de apertura del año judicial que de manera solemne preside el rey Felipe VI en el Tribunal Supremo. Precisamente la parroquia de Santa Bárbara está erigida sus espaldas. En su día, el edificio que alberga la institución judicial y el templo fue monasterio, colegio y palacio mandado construir por Bárbara de Braganza (esposa de Fernando VI) en 1748 para las hijas de los nobles. La dirección de la institución fue encargada a las religiosas de San Francisco de Sales (salesas reales).
En 1870 el convento fue expropiado por el gobierno del general Prim y destinado a Palacio de Justicia, aunque la iglesia continuó abierta; once años después se erigió como parroquia bajo la advocación de santa Bárbara.