Los religiosos sanitarios, preocupados ante la ley de Eutanasia: "Acelerar la muerte es un daño irreparable"

Instituciones sanitarias católicas del mundo de la salud han presentado un manifiesto con su posicionamiento ante la nueva ley

Los religiosos sanitarios, preocupados ante la ley de Eutanasia: "Acelerar la muerte es un daño irreparable"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Orden de Religiosos Camilos en España, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Hospitales Católicos de Madrid, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y la Federación Nacional LARES, declaran no estar dispuestos a aplicar la Ley de eutanasia "a nadie" porque lo consideran una acción "homicida".

"Acelerar la muerte, ya sea por acción o por omisión de tratamientos y cuidados debidos a cualquier persona al final de su vida o en situación de grave discapacidad, nos parece un daño irreparable que no estamos dispuestos a infringir a nadie. Facilitar una acción suicida o una actuación homicida, aunque esta actuación sea solicitada y aceptada por el propio interesado, es un error, porque supone un desprecio por la dignidad humana", subrayan los religiosos en el texto.

El manifiesto conjunto ha sido presentado este miércoles 23 de junio en un acto presencial desde el Centro San Camilo de Tres Cantos y retransmitido por YouTube. Frente a la eutanasia, los religiosos sanitarios proponen "ayudar de un modo proactivo, efectivo y comprometido a los enfermos a afrontar el impacto que la enfermedad incurable o la discapacidad insuperable".

Para ello, subrayan que en el final de la vida o ante enfermedades incurables, "se debe prestar gran atención al respeto de la voluntad del paciente -- voluntades anticipadas de tratamiento --, al respeto a la vida del paciente y al acompañamiento al final de la existencia, a través de programas como los cuidados paliativos o similares".

En este contexto, señalan que la sedación paliativa correctamente indicada, cuando no son efectivas otras medidas, y administrada previo consentimiento del paciente, "respeta y humaniza el proceso del final de la vida mitigando el sufrimiento intenso e incoercible".

Por ello, piden que se dediquen "suficientes recursos sanitarios y sociales" que hagan posible afrontar estas situaciones y ofrecen su compromiso con "la humanización del cuidado de la vida" de las personas sin pretender "alargarla o acortarla irresponsablemente".

Temen una cultura del descarte

"Tememos que la ley de la eutanasia desmotive a personas que necesitan cuidados para vivir dignamente y con sentido; que intereses espurios generen demanda de ayuda o ejecución de eutanasia; que disminuya el compromiso social por salir al paso de la soledad no deseada y de los cuidados dignos en la dependencia, así como prácticas indiscriminadas de sedación no correcta. En definitiva, tememos una cultura del descarte en torno al sufrimiento y el morir", ha advertido el delegado general de los Religiosos Camilos, José Carlos Bermejo.

Por ello, Bermejo ha destacado que el Centro San Camilo ha incluido en su Código Ético el rechazo a cualquier planteamiento eutanásico. "Como institución perteneciente a la Iglesia Católica seguimos sus directrices morales y apostamos por cuidar y acompañar a las personas al final de la vida y a sus seres queridos", ha subrayado.

Este compromiso lo comparte la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El director del departamento de Ética en San Juan de Dios, José María Galán, explica que perciben "una creciente sensibilidad social ante el sufrimiento al final de la vida" y quieren expresar públicamente que siguen comprometidos con la paliación del dolor y el sufrimiento humanos, ofreciendo "la aplicación eficaz de unos Cuidados Paliativos de gran calidad que, a la vez, respeten la vida sin provocar la muerte".

Tras la lectura del manifiesto las entidades convocantes han invitado a adherirse a otras congregaciones y asociaciones católicas dedicadas al cuidado de la salud, así como a profesionales sociosanitarios.