Luis Quinteiro, obispo emérito de Tuy-Vigo, preocupado por "la falta de solidaridad" en el mundo: "Los jóvenes tienen un papel insustituible"
Quinteiro ha sido el segundo invitado en la nueva temporada de 'Eméritos', donde el obispo ha evocado su infancia en la Galicia profunda o la importancia del Apostolado del Mar: "Un mundo que necesita acompañamiento"
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Luis Quinteiro quedó huérfano de padre a los seis años. Fue su madre, fallecida con 92 años, quien sacó a la familia adelante en la dura Galicia de interior de los años cincuenta: “Fue un infancia no dura en lo material, pero fue una infancia triste porque quedarte sin padre a los seis años... Y sobre todo el duelo que supuso. Era un hijo sin padre. Mi padre fue siempre un referente en mi vida en ausencia”, asegura.
Es la historia del obispo emérito de Tuy-Vigo, que ha protagonizado el segundo capítulo de 'Eméritos'. Nació hace 77 años en la localidad pontevedresa de Villa de Cruces. Ahora recuerda con nostalgia los barrizales que había que atravesar para llegar a su casa, o la epopeya que suponía ir a la ciudad.
Otra Galicia, otra España. El lugar elegido para hacer la entrevista ha sido el centro 'Stella Maris' de Vigo, que es la sede del Apostolado del Mar con el que cuentan las diócesis con costa para acompañar y asistir a las personas que trabajan en este ámbito.
Y es que pese a que el mar puede evocar belleza y trascendencia, quienes lo trabajan viven en constante brinco: “Pienso en mucha gente que pasan temporadas largas, meses, sin volver a sus casas y pienso en un trabajo muy difícil. Quizás la gente, los que trabajan en el mar y sus familias, son la gente de nuestra sociedad más pobre. No solamente hay pobreza de dinero, sino de tiempo, de soledad, ese peligro, un mundo que necesita acompañamiento”, ha comentado Quinteiro.
Tampoco ha olvidado el obispo emérito de Tuy-Vigo que el mar es vehículo de comunicación para tantos españoles que migraron a América en los años de posguerra, y cómo se ha convertido, como denuncia el Papa Francisco, en un verdadero cementerio para las personas migrantes que tratan de llegar a Europa desde el Mediterráneo y el Atlántico.
“En el mar pasa de todo, de placer, mundo deportivo, el mundo del ocio pero el mundo del trabajo y sustento, ahora vemos cómo a través del mar vienen tantas personas desesperadas buscando un lugar en una tierra que promete felicidad y al final muchos de ellos son rechazados cuando llegan y otros ya no pueden llegar porque perecen en las entrañas del mar”, ha lamentado.
La baja natalidad y la desigualdad, las preocupaciones de quinteiro: "una sociedad con falta de solidaridad"
Sobre el mundo actual, a Luis Quinteiro le preocupa entre otras cuestiones la baja natalidad o la creciente desigualdad en el mundo, lo que a su juicio trae malas consecuencias para la sociedad de hoy: “¿Cómo va haber gente que hable gallego si no hay niños o que ponga nuestra sociedad en valor?”
En este sentido, el obispo emérito se ha preguntado por qué su generación, que tantos logros ha alcanzado, no fueron capaces de generar una sociedad mejor pese a haber tenido “todos los elementos en la mano”.
“Nuestra historia occidental de mi generación es un canto de éxito, después de 1945 no hubo una sola guerra en Europa salvo en la parte de los países balcánicos. Ahora la desigualdad está creciendo, los que tienen dinero cada vez tienen más. La cuota de jubilación de un trabajador elemental no tiene para vivir. Hemos creado una sociedad con falta de solidaridad y se nos está yendo de las manos”, ha advertido Luis Quinteiro en 'Eméritos'.
En este escenario inquietante, Quinteiro ve una oportunidad gracias al auge de herramientas como la física cuántica, la informática o la comunicación: “El mundo tiene ahora mismo un potencial en sus manos increíble.
No obstante, el obispo emérito de Tuy-Vigo echa en falta la capacidad de los políticos por tomar las riendas: “Necesitamos políticos capaces, honrados, inteligentes, preparados, instituciones potentes, preocupadas. Y la Iglesia no tiene que llorar sus llagas, sino preocuparse de los problemas que tienen enfrente, acercarse a las personas, escucharlas como hizo Jesús en Galilea”, ha expuesto.
Luis Quinteiro, sobre los jóvenes: "tienen un papel insustituible"
También ha puesto deberes a los jóvenes católicos para quien Quinteiro deben implicarse más en la vida pública como instrumento para transformar el mundo: “Eso significa meterse en la política, en la economía, en la misión. Hay que educar para esto, tienen un papel insustituible. ¿El humanismo cristiano donde está? Pienso que si nuestros jóvenes cristianos llegasen a la convicción de que su acción tiene que hacerse patente ya, muchas cosas cambiarían”, ha opinado.
Para ello, recalca Quinteiro, la educación es clave, siendo necesario unos docentes que cambien al alumno: “No podemos quedarnos en el baremo del aprobado o suspenso, sino en ver qué jóvenes salen de las escuelas, qué jóvenes transforman la vida y los que nacen con ideales para incorporar a nuestra sociedad. Son los profesores los que tienen que alimentar esto, y estamos en un fracaso de profesores y de escuela”, ha alertado.