Se pospone el desalojo de las exreligiosas de Belorado, que ya han costado cerca de 225.000 de euros

Las exclarisas de Belorado (Burgos) seguirán viviendo en el monasterio de la localidad burgalesa por el momento. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción N.º1 de Briviesca deja sin efecto la fecha de lanzamiento de las monjas, que continuarán viviendo en el Monasterio de Belorado, a pesar de que el desalojo estaba previsto para el jueves 23 de enero.

La archidiócesis de Burgos ha sacado un comunicado explicando los motivos por los que el juez ha pospuesto el desalojo: “Dada la dificultad de notificar a todas las exreligiosas la demanda de desalojo, la suspensión de la vista señalada para el pasado 19 de diciembre, el tiempo judicialmente inhábil durante la Navidad y la necesidad de respetar los plazos procesales”.

El comunicado de la archidiócesis destaca que la exreligiosa que estaba demandada junto a las demás exclarisas, y que posteriormente abandonó el Monasterio, se ha personado ante la instancia judicial y ha manifestado su conformidad con la demanda de desahucio, de manera que estaría de acuerdo con la decisión del arzobispo de Burgos.

Además, la archidiócesis burgalesa señala que “con el gran esfuerzo y sacrificio” de muchos monasterios de la Orden de Hermanas Pobres de Santa Clara se han aportado más de 225.000 euros para hacer frente a los gastos judiciales.

Consecuencias para las exclarisas

Las exreligiosas del Monasterio de Belorado también tienen consecuencias legales. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción N.º1 de Briviesca rechazó su petición de la medida cautelar que solicitaba la abstención del arzobispo de Burgos, monseñor Mario Iceta, en la administración, gestión, control de cuentas y representación legal de los monasterios. “De esta resolución se infiere la plena legalidad y validez del nombramiento como Comisario Pontificio y su plena capacidad de actuar”, expone el comunicado de la archidiócesis”.

Para cerrar la nota, la archidiócesis de Burgos muestra su preocupación por las hermanas clarisas mayores porque “constituyen la verdadera comunidad monástica del monasterio de Belorado y siguen sin recibir la necesaria atención espiritual católica desde el pasado 13 de mayo de 2024, vulnerando el derecho fundamental de libertad religiosa que les asiste”.