El Padre Ángel viaja a Melilla para pedir que retiren las cuchillas de la valla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"La excusa de que las cuchillas las pusieron otros no vale, porque si las pusieron otros, las pusieron mal"
"No puede ser que se produzcan muertos para que la gente reaccione", ha declarado
El Padre Ángel García, presidente y fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, ha viajado hoy a Melilla para denunciar la "vergüenza" de las cuchillas colocadas en la valla fronteriza con Marruecos. "El Papa dijo que Lampedusa fue una vergüenza, y ésa es la peor palabra que se puede decir", ha declarado. Y es que el Padre Ángel teme que se produzca otra Lampedusa: "No puede ser que se produzcan muertos para que la gente reaccione", ha sido el mensaje que le ha transmitido a la vicepresidenta de la Ciudad Atónoma, Cristina Rivas del Moral, en un encuentro mantenido con ella ayer.
También fue recibido por Abdelmalik El Barkani, Delegado de Gobierno en Melilla, que le ha afirmado estar convencido de que puede haber "otras formas de cooperación con el Tercer Mundo, que es el que levanta al Primero".
"Pues retiren las cuchillas", le ha exhortado el Padre Ángel, "los que se hieren son los inmigrantes: las mafias no se suben a las alambradas", ha dicho.
A continuación, acompañado por el vicepresidente de Mensajeros de la Paz, Vicente Álvarez, el Padre Ángel ha visitado el centro de acogida "Gota de Leche", donde se ha reunido con el obispo emérito de Málaga, Monseñor Ramón Buxarrais, que se ha sumado a la protesta del Padre Ángel contra la valla de Melilla: "Las fronteras son las cicatrices de la Historia. No deberían existir", ha declarado.
Además, el Padre Ángel ha visto con sus propios ojos la valla de Melilla y las "concertinas" (nombre técnico con el que los representantes del Gobierno denominan a las cuchillas), y se ha quejado de que "todo el mundo les intente cambiar el nombre": "Dicen que son elementos disuasorios o mecanismos anti-intrusivos, pero eso es como llamar a las prostitutas mujeres de la vida", ha declarado. "También los tanques son disuasorios", ha añadido.
Tras ver la valla, el Padre Ángel García ha sido invitado a visitar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) por su director, Carlos Montero, quien le ha enseñado de primera mano cómo viven los magrebíes y subsaharianos que logran saltar la valla. El Padre Ángel ha manifestado su especial preocupación por los 163 niños que viven actualmente en el CETI, y ha expresado su apremiante deseo de que las cuchillas sean retiradas cuanto antes: "Las cuchillas no pueden llegar a Navidad", ha dicho rotundamente.
A todas las autoridades que le han recibido, el Padre Ángel les ha hecho llegar, junto a la paloma de la paz de Mensajeros, las palabras del Papa Francisco instando a los países a "recibir y respetar a los inmigrantes y refugiados".
Por último, ha lanzado un mensaje a los políticos: "La excusa de que las cuchillas las pusieron otros no vale, porque si las pusieron otros, las pusieron mal".