"Te lanza a querer vivir": varios jóvenes españoles relatan en 'La Tarde' los momentos previos a la JMJ

Son días de alegría y felicidad porque Dios siempre está para nosotros y estamos a pocas horas de iniciar la Jornada Mundial de Jóvenes en Lisboa, un encuentro especial con el Papa en el que muchos jóvenes de todo el mundo se reúnen durante una semana para vivir la fe.

Desde Lisboa, Monseñor Arturo Ros se ha expresado en 'Herrera en COPE': "Un encuentro así supone una de las cosas más bellas que una persona joven puede encontrarse, con la alegría de personas que creen, que le dan sentido a su vida, de personas que son felices con sus proyectos personales de vida", y añadía que asistir a la JMJ es encontrarse con "personas que hacen fácil la convivencia, el encuentro, gente entregada y gente que pelea por un fututo mejor".

Este año España lidera el número de asistencias: "No van más porque no es posible", aseguraba Monseñor Ros. Unos 75.000 jóvenes españoles asistirán este año al encuentro de fe en Portugal.

El testimonio de los jóvenes

En 'La Tarde', Fernando de Haro preguntaba a Esperanza, una joven que está en camino a Lisboa, qué supone para ella asistir a la JMJ: "Como joven católico, las jornadas mundiales de la juventud son una parada obligatoria. Es una oportunidad que nos brinda el Papa", y añadía que es un "recuerdo imborrable" y que está muy emocionada de asistir a su tercera jornada.

Arnau es otro joven que está en Cascais y se dirige hacia Lisboa, ha compartido con Fernando de Haro su emoción de asistir a dar gracias después de haber sufrido una complicación médica.

Los tres jóvenes han puesto en común que es ilusionante reunirse con personas con el mismo amor por Dios. Ya lo decía Esperanza: "Cada uno que piense donde tiene puesto el centro de su vida, en mi caso es Dios, imagínate tener a un millón de personas que compartan esto".

Será una semana llena de momentos únicos y Hugo tiene claro que será "un recuerdo inolvidable". "Haber encontrado algo grande en mi vida y encontrarme con tantos jóvenes que compartan lo mismo que yo, te lanza a querer vivir, te mueve", y añadía con mucho entusiasmo: "En mi vida me había coincidido con tanta gente que les mueva lo mismo que a mí".

Hugo se fue con un amigo que no es católico, pero ha decidido ir "porque se fiaba" y al ver el ambiente, y cómo los jóvenes viven por y para Dios se ha llenado de ilusión.

Se vienen días de mucha alegría para estos jóvenes y sobre todo para la Iglesia al ver la locura de amor que siente la juventud por Dios.

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