En el Día Mundial de la Radio recordamos la historia Tchary, el niño de Chad con su transistor de barro
"Es casi sordo, pero sueña con escuchar una radio que nunca ha tenido" explica el periodista Xavi Aldekoa que conoció a este pequeño que con el barro hace, incluso, juguetes
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Hay veces, en el que algo tan sencillo y cotidiano para nosotros como es escuchar la radio, en otros lugares del mundo, puede ser lo más parecido a la felicidad. Verás, en torno al Lago Chad hay más de 7 millones que se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria. De hecho, la ONU lo califica como la crisis más grave desde 1945. La vida no es fácil en aquel lugar.
El programa de COPE La Linterna de Ángel Expósito viajó a una isla del Lago Chad, concretamente a una aldea que se llama Melea. Allí viven miles de refugiados que han huído de la violencia de Boko Haram; muchas de las personas que allí se encuentran fueron secuestrados por los terroristas y afortunadamente para ellos lograron escapar.
Una de esas víctimas de la violencia es Tchary Alhadji. Tiene 12 años, es de etnia buduma - de ahí la cicatrices en la cara - y su aldea fue atacada por Boko Haram. De hecho, los yihadistas se llevaron a cientos de mujeres y niños. Él pudo escapar. Debido a un problema de nacimiento, Tchary es mudo y prácticamente sordo. Fue Xavier Aldekoa, quien se encontraba con Tchary y le llamó tanto la atención lo que estaba haciendo el crío que le sacó una foto.
En esa foto el niño – que llevaba una camiseta de Nigeria - estaba sosteniendo en una de sus manos mano un pequeño rectángulo de barro que había hecho él mismo y al que le había puesto unos auriculares. La imagen le impactó tanto que cuando dejó la aldea seguía dándole vueltas a aquello que había visto. Así que cuando encontró un mercado compró una radio solar - allí no hay electricidad -. Después se puso en contacto con los trabajadores de UNICEF en la zona y les pidió que le localizaran al chavalín. Esa misma mañana, volvió a Melea y le entregó la radio al crío con la idea de que pudirra hacer uso de ella todo el pueblo.
"Está muy contento, al principio estaba muy nervioso, se había puesto sus mejores galas y cuando ha abierto la radio y se la han puesto a toda pastilla, se la ha acercado al odio y se le ha puesto una sonrisa para recordar toda la vida. Su sonrisa ha sido una gran cosa" cuenta Xavi Aldekoa que destaca que "los que os dedicáis a la radio sabéis que llega a toda parte y aquí donde no llega el teléfono, la radio es lo poco que tienen y Tchary como no tiene radio se había hecho una de barro".