Se recupera en el hospital el obispo herido con arma de fuego en Sudán del Sur: "Perdono a mis agresores"
Todavía se desconocen las posibles razones detrás del atentado y hasta el momento se ha detenido a 24 personas como sospechosas
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“El ataque al obispo electo Carlassare ha afectado mucho a la comunidad sudanesa, tanto a los católicos como a los no católicos. Esperamos que los responsables sean atrapados y respondan por su acto. A pesar de la violencia que hemos vivido en los últimos años, este es un hecho sorprendente. Nunca antes se había producido un ataque a este nivel en la jerarquía católica”.
Así, la hermana Paola Balatti, comboniana que trabaja en Sudán del Sur, expresa en una conversación con la Agencia Fides, la amargura y los temores que se viven en Sudán del Sur al día siguiente del atentado contra el obispo electo de la diócesis de Rumbek, Cristian Carlassare. El obispo fue trasladado al hospital de Nairobi (Kenia) y se está recuperando de las heridas de bala que le infligieron en las piernas dos hombres armados que le atacaron anoche, en una emboscada que tiene todo el aspecto de ser un acto de intimidación y advertencia de carácter criminal.
"Perdono con todo mi corazón a quien ha cometido esta acción"
En las primeras declaraciones realizadas a los micrófonos de “Eye Radio”, una emisora local, el obispo Carlassare ha dicho que no alberga ningún rencor y ha pronunciado palabras de perdón, además de pedir oraciones por Sudán del Sur: “Sé que la gente está sufriendo más que yo en este momento por lo que ha pasado. Rumbek se merece algo mucho mejor que esto. Así que perdono con todo mi corazón a quien ha cometido esta acción”. Recordando la emboscada y su encuentro con los agresores, Carlassare ha dicho: “Intenté hablar con ellos, pero cargaron sus armas y me dispararon en las piernas. Luego huyeron. No habían venido para robar o matarme porque habrían podido hacerlo fácilmente”.
¿Pero por qué han agredido a Mons. Cristian Carlassare? Los agresores, explica un hermano de comunidad del obispo que pide permanecer en el anonimato, “no robaron nada y esto significa que el objetivo de la visita no era el robo”. Creemos que querían asustarlo para que dejara Rumbek. Estamos convencidos de que hay grupos que no quieren un obispo extranjero, sino un dinka, la etnia mayoritaria de la zona”. Y concluye: “No sabemos si hay miembros de la Iglesia cómplices de esta acción o si hay personas vinculadas al poder local. Lo cierto es que el alto nivel de tribalismo presente en los condados del sur de Sudán del Sur ve en un obispo extranjero una amenaza”.