AUDIENCIA GENERAL

El Papa te explica en qué consiste rezar y por qué el Evangelio es revolucionario

El Papa Francisco ha dedicado su catequesis de hoy al significado de la oración y al mensaje del Evangelio, que ha dicho, es siempre revolucionario

El Papa recomienda orar en silencio a Dios, como un hijo que habla con su padre

Pablo Valentín-Gamazo

Publicado el - Actualizado

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El Papa Francisco ha explicado hoy en qué consiste la oración y en por qué el Evangelio es más que un libro. En su catequesis sobre el Padrenuestro, Francisco se ha centrado en estos dos aspectos. El Sumo Pontífice nos ha invitado a seguir el ejemplo de Jesús a la hora de rezar: retirándose a hacerlo en solitario y no para que la gente lo viera orar. Asimismo, ha pedido a los fieles que recen como si fuesen un hijo que va a hablar con su padre y no por "satisfacer a Dios". 

Además, ha afirmado que el Evangelio contiene una revolución que también lo hace siempre nuevo. Para ello, ha recurrido al pasaje de las Bienaventuranzas. En él, ha ilustrado cómo Jesús hace bienaventurados a los marginados de la sociedad, es decir, dichosos . 

Oración interior y de conciencia

Francisco ha señalado que la enseñanza de Jesús a la hora de rezar está en el "qué", pero también en el "cómo". Jesús se retiraba a orar en solitario, para enseñarnos que hablar con Dios no es recitar oraciones para que la gente vea cómo lo hacemos. Eso convierte las plegarias en "oraciones hipócritas", ha dicho el Papa.

La oración cristiana se diferencia por ser un "diálogo continuo con el Padre que tiene por testigo a la conciencia". Para ilustrar sus palabras, ha recurrido al Evangelio de Mateo:  “Cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en secreto” (Mt 6,6).

La oración en silencio es una conversación, no un monólogo

Otra oración de la que Jesús nos quiere hacer huir es de la de los "paganos". Según el Papa, los "paganos" son aquellas personas que rezan a Dios pensando que depende de ellos que Dios los escuche, de sus palabras. El verdadero poder de la oración reside, ha recordado Francisco, en dejar que Dios nos recuerde el Amor que nos tiene como hijos y que la oración sea una conversación y no un monólogo.  

“Aquí quizás Jesús alude a esa ‘captatio benevolentiae’ que era la premisa necesaria de tantas oraciones antiguas: la divinidad tenía que estar de alguna manera calmada por una larga serie de alabanzas. Tú, en cambio – dice Jesús – cuando ores, dirígete a Dios como un hijo a su padre, que sabe lo que necesita antes de pedirlo. Podría ser también una oración silenciosa, el Padre Nuestro: basta al final con ponerse bajo la mirada de Dios, recordar su amor de Padre, y esto es suficiente para ser escuchados”.

Además, ha asegurado que Dios se da a los hombres y solo pide una cosa a cambio. La petición de Dios es la apertura y el silencio en la oración. “¡Qué hermoso es pensar que nuestro Dios no necesita sacrificios para ganar su favor! Nuestro Dios no tiene necesidad de nada: en la oración sólo nos pide que mantengamos abierto un canal de comunicación con Él para descubrirnos siempre sus hijos amados”, ha afirmado el Papa. 

Mantengan abierto ese canal de comunicación con Dios

El Papa Francisco también ha querido transmitir la importancia de ser constantes en la oración y sus buenos deseos de Año Nuevo. “Los animo a que mantengan siempre abierto ese canal de comunicación con Dios, pues él los ama, los espera y no quiere nada más que darles su amor. Les deseo a ustedes y a sus familias un año nuevo lleno de la cercanía y de la ternura de Dios”.

La revolución del Evangelio

La catequesis de hoy ha estado marcada por el Evangelio de Mateo sobre el Sermón de la Montaña. En él, Jesús proclama las Bienaventuranzas. El Santo Padre ha querido aportar una reflexión sobre el significado de lo que hace Jesús con esas "Bienaventuranzas".

El Papa ha asegurado que Cristo propuso un mensaje revolucionario "invirtiendo las categorías humanas corrientes, llamando dichosos a unas personas que ni entonces ni ahora tenían gran prestigio en la sociedad, pero que son capaces de amar, de trabajar por la paz y, por ello, de ser constructores del reino”. Francisco ha añadido que las personas de las que Jesús dice esto, están presentes también en nuestro tiempo, son actuales. 

La novedad del Evangelio

Las palabras de Jesús suponen un cambio de "los valores de la historia". De ese punto surge la novedad del Evangelio. El Papa ha subrayado que la Ley no debe ser abolida, sino que necesita una nueva interpretación que la devuelva a su significado original. Este pasaje es, para Francisco, un "arco decorado festivamente" con cúlmen en las Bienaventuranzas. 

“Si una persona tiene un buen corazón, predispuesto a amar, entonces entiende que cada palabra de Dios debe encarnarse hasta sus últimas consecuencias. El amor – subrayó el Pontífice – no tiene fronteras: se puede amar al cónyuge, al amigo y hasta al enemigo con una perspectiva totalmente nueva: Pero yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen, para que sean hijos de vuestro Padre que está en los cielos; él hace salir su sol sobre los malos y los buenos, y hace llover sobre los justos y los injustos”.

Hijos de un mismo Padre

La enseñanza de Jesús en las Bienaventuranzas va más allá de ser un código moral de gran dificultad. Eso es lo que ha querido recalcar el Papa, que en las Bienaventuranzas está presente el mensaje de que los cristianos somos hijos que reciben estas palabras del Padre.  

El cristiano no es aquel que se compromete a ser mejor que los demássabe que es un pecador como todos los demás. El cristiano es simplemente el hombre que está ante la nueva Zarza Ardiente, la revelación de un Dios que no lleva el enigma de un nombre impronunciable, sino que pide a sus hijos que lo invoquen con el nombre de ‘Padre’, que se dejen renovar por su potencia y que reflejen un rayo de su bondad para este mundo tan sediento de bien, tan esperanzado de buenas noticias”.

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