Los católicos y los luteranos no son adversarios sino hermanos en la fe

Los católicos y los luteranos no son adversarios sino hermanos en la fe

Agencia SIC

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El Papa Francisco ha recibido este primer lunes de mayo en audiencia a la arzobispa luterana de Upsala (Suecia), Antje Jackelén, que encabeza la delegación de la Iglesia Evangélica-Luterana en ese país venida al Vaticano. Francisco, saludándolos cordialmente, ha evidenciado que el año pasado se celebró el 50 aniversario del decreto sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II "Unitatis Redintegratio" que sigue siendo el punto de referencia clave para el empeño ecuménico de la Iglesia católica. En él se invitaba a todos los fieles católicos, a emprender el camino de la unidad para superar la división entre los cristianos, que "no solo se opone abiertamente a la voluntad de Cristo, sino que es también escándalo para el mundo y perjudica a la más santa de las causas: la predicación del Evangelio a toda criatura".

Francisco finalizó su discurso agradeciendo dos cosas. "En primer lugar -dijo- quiero dar las gracias a la Iglesia luterana sueca por haber acogido a tantos emigrantes sudamericanos en tiempos de las dictaduras. Acogida fraterna que hizo crecer a las familias. Y en segundo lugar, quiero dar las gracias por la delicadeza con que usted, querida hermana, nombró a mi buen amigo, el pastor Anders Root: con él compartí la cátedra de Teología Espiritual y me ayudó mucho en la vida espiritual".