Francisco en el Ángelus: "Para Dios nada hay imposible"

El Papa ha rezado la oración mariana tras la celebración de la misa de Domingo de Ramos, donde ha recordado "que la locura de la guerra vuelve a crucificar a Cristo"

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Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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Tras concluir la celebración de la Eucaristía en el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, el Papa Francisco ha rezado junto a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro el Ángelus al comienzo de la Semana Santa de este 2022.

El pontífice ha saludado a todos los peregrinos presentes y ha mostrado su cercanía a todos los peruanos que “están atravesando un difícil momento de tensiones sociales”. Francisco ha animado a encontrar “una solución pacífica por el bien del país, especialmente por el de los más pobres en el respeto de los derechos de todos y de las intuiciones”.

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"Para Dios nada hay imposible"

Antes de conluir, el Papa Francisco se ha dirigido a la Virgen María para pedirle una vez más por el fin de la guerra en Ucrania, “una guerra que cada día nos pone frente a los ojos imágenes de una crueldad atroz por los hechos cometidos contra civiles”.

De hecho, minutos antes, en la celebración de la Santa Misa del Domingo de Ramos, el Papa ha subrayado que “Cristo es clavado en la cruz una vez más en las madres que lloran la muerte injusta de los maridos y de los hijos. Es crucificado en los refugiados que huyen de las bombas con los niños en brazos. Es crucificado en los ancianos que son abandonados a la muerte, en los jóvenes privados de futuro, en los soldados enviados a matar a sus hermanos

Por eso, ha pedido para que cesen los acontecimientos armados “liberados del dominio del mal” y para que “reine la vida y la paz”. Por último, ha querido realizar un llamamiento así a una “tregua pascual” para llegar a paz total "por el bien de todos", porque “nada es imposible para Dios”, ha insistido el Papa.

"En esta semana acojamos la certeza de que Dios puede perdonar todo pecado, toda distancia, Con Jesús siempre hay un lugar para cada uno; con Jesús nunca es el fin, nunca es demasiado tarde. Con Dios siempre se puede volver a vivir".