El Papa Francisco, a los miembros del Colegio Pío Latinoamericano: "Sean pastores, no clérigos de Estado"
Durante su discurso, el Santo Padre se ha centrado en el significado de dos términos, discípulos y misioneros, y ha dado tres consejos clave para convertirse en uno de ellos
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El Papa Francisco ha recibido este lunes en la Sala Clementina del Vaticano a los miembros de la familia del Colegio Pío Latinoamericano: “Estos años en los que ustedes están en Roma son un tiempo de gracia que el Señor les concede para profundizar en su formación, no solo a nivel intelectual, académico, sino, además, para experimentar la riqueza y la diversidad de la Iglesia universal”.
Con estas palabras, Francisco ha empezado su discurso en el que se ha centrado en el significado de dos términos: discípulos y misioneros. Después, ha dado tres consejos clave para convertirse en uno de ellos.
El Papa ha pedido a los miembros de este colegio renovar “cotidianamente el encuentro con el Señor”, compartir “su Palabra”, permanecer “en silencio ante Él para qué nos dice, qué hace, cómo siente, cómo calla, cómo ama, dejémoslo “conjugarse” en nosotros y a través nuestro. No lo impidamos que actúe en nuestro ministerio en primera Persona ¡Que Jesús tenga voz activa en cada una de nuestras decisiones! Somos ministros suyos, pertenecemos a Él y nos llamó para “estar con Él. Esto es lo que significa ser sus discípulos”.
Siguiendo con el ejemplo del evangelio de Juan, Francisco ha recordado que el encuentro de Andrés con Jesús no lo dejó tranquilo y de brazos cruzados, “sino que lo transformó, ya no era el mismo de antes, no podía más que ir a anunciar lo que había vivido y al primero que encontró para decírselo fue a su propio hermano, a Simón Pedro”.
“De este modo, Andrés se “estrenó" como misionero” dice el Papa. También a nosotros nos esperan nuestros hermanos y hermanas, especialmente los que aún no han experimentado el amor y la misericordia del Señor, para que les anunciemos la Buena Noticia de Jesús y los conduzcamos hacia Él. Salir, movernos, llevar la alegría del Evangelio, eso es ser misioneros”, ha dicho el Papa.
Francisco ha subrayado en su discurso dos verbos que dan sentido a nuestra vida: “Estar y salir”: “Se trata de un camino “de ida y vuelta”, que tiene a Jesús como punto de partida y de llegada. No olvidemos que “estar” con Jesús y “salir” a anunciarlo es también estar con los pobres, con los migrantes, con los enfermos, con los presos, con los más pequeños y olvidados de la sociedad, para compartir con ellos la vida y anunciarles el amor incondicional de Dios. Porque Jesús está presente en esos hermanos y hermanas más vulnerables, ahí Él nos espera de un modo especial”.
El Papa Francisco ha señalado en primer lugar la importancia de conectar, al final del día, con Jesús, y no con la pantalla del celular que “nos atiborra de cosas”. “Por favor, no sean adictos a ese mundo de escape. No sean adictos. Son diversos pasos que te van quitando la fuerza. Sean adictos al encuentro con Jesús, y Él sabe lo que nos hace falta y tiene una palabra para decirnos en cada ocasión” ha dicho Francisco.
Francisco les ha dicho al final de su discurso que cuando vuelvan a Latinoamérica sean “pastores del Pueblo de Dios” y no “clérigos de Estado”, e insiste una vez más: “Por favor, no negocien nunca la pastoralidad. Pastores del Pueblo de Dios, no clérigos de Estado. No caigan en el clericalismo, que es una de las peores perversiones. Estén muy atentos, el clericalismo es una forma de mundanidad espiritual. El clericalismo es deformante, es corrupto, y te lleva a una corrupción, una corrupción almidonada, con la nariz parada, que te aparta del pueblo, te hace olvidar el pueblo de donde saliste”.