La Plaza San Pedro en Roma acoge más de 100 belenes de todo el mundo: "Son un testimonio de fe y creatividad"

Entre los pesebres que se pueden encontrar este año en la tradicional exposición hay un belén hecho de un bloque de chocolate o uno hecho completamente de correas de reloj

La Plaza San Pedro en Roma acoge más de 100 belenes de todo el mundo: "Son un testimonio de fe y creatividad"

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También este año se realiza en el Vaticano la tradicional exposición de los 100 pesebres, iniciativa promovida por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, bajo la columnata de la Plaza de San Pedro. La exposición estará abierta hasta el domingo, 9 de enero, Domingo del Bautismo del Señor.

Este año se pueden encontrar un belén hecho de un bloque de chocolate o hecho completamente de correas de reloj. Alojado en un extintor o incluso detrás de la parte delantera de un autobús, el belén es tanto un testimonio de fe como de creatividad.

127 ejemplos, procedentes de 15 países de todo el mundo, se exhiben en la exposición “100 pesebres” en la columnata de Bernini. Inaugurada el pasado 5 de diciembre, ahora, justo antes de las fiestas, entre en pleno apogeo. Detrás de cada belén hay detrás 6 meses de trabajo y las obras proceden de colegios, parroquias o fueron seleccionadas por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, que también este año ha supervisado el montaje de la exposición.

El significado del pesebre

En una entrevista a los medios vaticanos, Padre Ómar López García, Oficial del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, ha explicado que “el pesebre nos recuerda cuanto nos ama Dios que quiso compartir nuestra naturaleza, se abajó, se hizo uno como nosotros para que nosotros pudiéramos experimentar de una manera más palpable su amor”. “En cierto modo nos hace comprender que también nosotros podemos realizar en nuestra vida este plan salvífico de Dios, tal como somos, con nuestra sencillez, con nuestras fragilidades y para mejorarnos a nosotros mismos y hacer mejor el mundo en el que vivimos”.

El sacerdote subraya que “el significado del pesebre está ya contenido en el Evangelio, porque nos recuerda el misterio de la Encarnación. Cuando San Francisco quiso volver a proponer la primera representación del pesebre en Greccio, quiso que la gente sencilla pudiera casi tocar este misterio a través de la representación. Incluso hoy, desde el punto de vista de los signos, siempre es agradable poder tener una señal dentro del hogar que nos recuerde la extrema ternura de Dios que nos da la salvación en su hijo Jesús".

"Hoy más que nunca", reiteró, "es el signo del amor, un amor entregado, compartido, que a su vez debemos encarnar en nuestra vida y ser capaces de compartir con las personas que encontramos en nuestro día a día".

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