El Papa a la Universidad del Sagrado Corazón: "La carne de Cristo requiere una mirada presente y atenta"

El Papa Francisco ha escrito una carta al Rector de la italiana Universidad Católica del Sagrado Corazón, Franco Anelli. En ella, se muestra nuevamente agradecido por la atención recibida durante su operación del pasado 4 de julio y su posterior estancia en el Hospital Agostino Gemelli, al tiempo que anima a “continuar con la promoción cultural e integral de la persona humana que abre la puerta al futuro”.

Además, el Papa ha agradecido la cercanía del equipo médico y “la cordialidad genuina y solidaria que he visto en cada rostro, por la profesionalidad de todos los que lo han atendido”.

El Pontífice ha querido recalcar que su operación se realizó coincidiendo con el año en que la universidad cumple un siglo de vida, aniversario que la institución celebra bajo el lema “Un siglo de futuro”. Esta expresión no ha dejado indiferente al Santo Padre, que ha querido dedicarle una mención especial: “la carne de Cristo que sufre en los enfermos de cualquier edad y condición requiere una mirada presente y atenta, capaz de infundir esperanza en los momentos de fatiga y de mirar hacia adelante”, explicaba Francisco.

La carta del Papa concluye agradeciendo haber contemplado en los sanitarios dicha mirada hacia el futuro, “para guardarlo en mi corazón y presentarlo al Señor”. Además, les envía su Bendición Apostólica y, como es habitual, les pide que recen por él.

La medicina, una gran obra de misericordia

No es la primera vez que el Papa Francisco envía una carta de agradecimiento tras su paso por el Gemelli. Hace algunos días envió una carta similar al presidente de la Fundación Agostino Gemelli, encargada de la gestión del hospital policlínico, para agradecer el servicio prestado y todo el afecto del personal sanitario.

En ese momento, el Santo Padre definió el servicio médico como una gran obra de misericordia, ya que el médico, “a través de los enfermos, entra en contacto con la carne herida de Jesús”.

El Papa Francisco fue ingresado el pasado 4 de julio en el Hospital Gemelli para someterse a una operación programada por una estenosis diverticular que padecía. Tras la operación, el Pontífice permaneció diez días internado en el centro, donde se recuperó de forma gradual.

El Santo Padre aprovechó para visitar a los enfermos internados en el hospital, especialmente a los niños de la sección de Oncología Infantil, que le acompañaron durante el Ángelus del domingo 11 de julio en el balcón de la décima planta.