Altamira: la mentira de Banderas, por Fidel García Martínez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Altamira: la mentira de Banderas, por Fidel García Martínez
La película que interpreta Antonio Banderas, cuyos conocimientos en materias como Espeleología, Antropología, Filosofía, Teología y Hermenéutica Bíblica (?), se reducen a tópicos de guion fílmico, sólo tiene una finalidad atacar a la Iglesia Católica y presentarla como enemiga de la ciencia y del progreso, una leyenda negra que en la actualidad la repiten indocumentados y sectarios.
El mismo cartel anunciador del film ya predispone a un posible espectador del mismo contra la Iglesia; así frente al investigador y la dama dos rostros casi angelicales, está el de sacerdote torvo e inquisitorial. Resulta sorprendente que mientras la película RESUCITADO trata con profundo respeto el hecho de la Resurrección de Jesucristo desde una perspectiva cinematográfica según los esquemas del trhiller, ALTAMIRA es todo lo contrario. Banderas se cree las falsedades que dice sobre Marcelino Sanz de Sautuola, al presentarlo como un científico revolucionario que rompía todos los esquemas de la época, desde la creación del mundo y de la religión; un tópico mimético de lo que se decía de Darwin con su teoría de la evolución, hoy puesta en cuestionamiento en muchos aspectos. La realidad personal de Sanz de Sautuola, poco o nada tiene que ver con que Banderas afirma. La Iglesia salvo alguna persona aislada nunca cuestionó el hallazgo de las pinturas de Altamira.
Sanz Sautuola era un católico fervoroso y la Iglesia en aquel tiempo no tenía ninguna opinión formada sobre la edad del hombre sobre la tierra. Incluso hoy en día las teorías de la antigüedad del hombre sobre la tierra son tantas como investigadores se contradicen. Resulta sorprendente que los darwinistas más radicales y menos científicos acusaron a la Iglesia, en concreto a los jesuitas, de haber inventado las imágenes de las Cuevas de Altamira como una trampa contra ellos. Banderas está más cerca del Cienciología de T. Cruis que de la Antropología, que no es ni puede ser contraria a la verdad revelada sobre la Creación, porque como decía San Agustín: la Palabra de Dios nos enseña no la antigüedad del hombre sobre la tierra, sino como se va al Cielo, lo que se logra no con ocurrencias cinematográficas sino con el Temor y Amor de Dios revelado por Jesucristo Resucitado.
Fidel García Martínez