Carta a los amigos de Buenafuente del Sistal, febrero 2014

Carta a los amigos de Buenafuente del Sistal, febrero 2014

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Carta a los amigos de Buenafuente del Sistal, febrero 2014

Queridos hermanos, esta tarde, de nuevo estamos reunidos para compartir, para orar, sí, para "buscar al Señor mientras se le encuentra" (Is 55, 6). Estamos en nuestro tiempo, el tiempo de nuestra peregrinación, de nuestro viaje a la Pascua definitiva. Tiempo de una fuerte llamada a trabajar en la viña del Señor, es tiempo de fructificar, "de crecer hasta la medida de Cristo" (cf Ef 4,13), de llegar a ser lo que el Señor piensa para cada uno de nosotros, de ser felices.

Nosotras, desde nuestro último encuentro, hemos celebrado dos solemnidades muy importantes: la de nuestros padres fundadores, los santos Roberto, Alberico y Esteban, y la Presentación de Jesús en el Templo, Jornada para la Vida Consagrada. Dos solemnidades y un mismo reclamo, que podemos expresar con las palabras del Papa Francisco: "Las personas consagradas son un signo de Dios?, son levadura??., profecía? ¡un don de Dios!" Escuchar esto del Santo Padre es muy bonito, nos alegra, vivifica y fortalece. Sin embargo, esta exhortación busca una respuesta en nuestra vida cotidiana, un pequeño cambio. Damos gracias a Dios por nuestra vida, por tanto don recibido, y las damos no solo con la boca, sino también con pequeños gestos, un detalle con nuestro Esposo. El amor siempre necesita señales, cada día.

El lema de esta jornada de la Vida Consagrada, "La alegría del Evangelio", podríamos decir que es el lema actual de la Iglesia. Nos da la impresión de que esta carta pastoral del Papa, está llegando, gracias a Dios, a todos los rincones. Nosotras la estamos leyendo en Comunidad y coincidimos con casi todos los comentarios, su contenido es nítido, pero más claro es su autor. El Papa Francisco es un icono vivo de la carta.

Basta ver una fotografía del Santo Padre para darnos cuenta de su alegría, fruto de su respuesta incondicional al amor gratuito de Dios, de corresponder con amor al amor recibido, extendiéndolo a todas y cada una de las personas con quienes convive y a toda la humanidad. Para ser más completo el icono, podríamos añadirle cualquiera de las noticias que hemos leído en la prensa sobre su forma de vida y decidirnos a imitarle en algo. Hay muchísimas opciones, ha introducido muchos cambios para vivir con sencillez, sin lujos, para estar, como Jesús, más cerca de los pobres.

Estos ideales que nos está trasmitiendo el Papa, no son más que volver al amor primero, recordar cómo nos sedujo el Señor y desear revivirlo cada instante, con la garantía de que no estamos solos: "Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación" (Sal 67, 19).

Desde el Sistal, con un mismo Espíritu, unidos en la oración

Monasterio Cisterciense Madre de Dios

Buenafuente del Sistal, 11 de febrero de 2014