El fantasma de LOMCE, por Fidel García Martínez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El fantasma de LOMCE, por Fidel García Martínez
Apenas iniciado el curso 2016-2017 y con un gobierno en funciones que no puede tomar ninguna medida política por las causas de todos conocidas, que se resume, en que parte del no, no ha entendido el señor Rajoy, cuando es el candidato más votado con diferencia de entre todos los que se han presentado a las últimas elecciones, que algunos quieren repetir para llegar como sea donde no pueden llegar porque ni tienen votos ni programa político propio, el Consejero de Educación ha publicado en La Nueva España un artículo muy poco educativo y menos pedagógico, sino todo lo contrario más ideológico y político, que busca no el consenso si no el enfrentamiento partidista.
El pretexto aparente son las reválidas que para el responsable de Educación son una forma de discriminación y de exclusión y no un medio para conseguir la excelencia y la calidad educativa y así poder poner remedio al fracaso y al abandono escolar, que en España son casi endémicos. Lo que subyace en el artículo es simplemente la derogación de la LOMCE, la gran aspiración del PSOE desde el primer día de su aplicación, como siempre ha hecho el PSOE con todas las leyes educativas que no hayan sido las suyas. En el fondo los modelos educativos del PP y del PSOE son excluyentes, con lo que el consenso en un punto fundamental de la sociedad española es imposible. Lo mismo que Reprocha el PSOE al PP por su mayoría absoluta, se le reprochaba al PSOE cuando gozaba de la mayoría absoluta, por eso las únicas leyes educativas que han resistido han sido las del PSOE, que es el partido que ha gobernado en España con más mayorías absolutas. El Consejero repite la doctrina oficial del PSOE sobre las reválidas: así la paralización es el primer paso para la derogación efectiva y sustitución por una nueva regulación estable y perdurable fruto de un gran pacto social y político. Pura ironía cuando nunca se ha logrado anteriormente.
Para el PSOE la LOMCE es una ley impuesta por una mayoría coyuntural. Todas las mayorías, sin embargo son coyunturales. Además arremete contra la evaluación final porque es inasumible para la comunidad educativa, además de anacrónica, Pero cuando el Consejero riza el bucle de su visión político-partidista de la educación es cuan llega a decir que la reválida de Bachillerato es punitiva, sólo le ha faltado culpar al franquismo de la introducción de tal reválida. Por eso el Consejero es partidario, aparentemente, de derogar el decreto que regula esta prueba este mismo curso. La pregunta es obvia qué gobierno lo hará, si Pedro Sánchez veta cualquier gobierno que no sea el que él presida, lo que no sólo es improbable sino imposible en la actualidad. Lo que parece molestar al Consejero son algunas medidas como respetar los conciertos educativos, la autonomía de los centros y la constitucionalidad de la educación diferenciada.
Además de la Introducción de la educación Valores como alternativa a la Materia de Religión, que también será calificada. Lo que es perfectamente constitucional porque son los padres los que eligen la educación moral y religiosa más conforme con sus creencias religiosas y valores morales sin ser censurados por eso tanto ellos como sus hijos. Posiblemente Cs tenga razón cuando afirma que paralizar una ley educativa nada soluciona porque ningún problema ni cambia nada hasta que haya un pacto educativo. Lo que parece imposible. Por eso el artículo del Consejero en La Nueva España, resulta cuando menos sorprendente.
Fidel García Martínez, Catedrático Lengua Literatura Doctor Filología Románica